like a butterfly, taekook

03. what is love?

La respiración de Jungkook era lenta, calmada. Todo lo contrario a lo que era su mente en ese momento.

Hace un buen rato que se encontraba sentado en aquel parque que brillaba gracias al cálido sol, iluminando los árboles con vida y a las diferentes flores nacientes. Había una pequeña brisa que acariciaba su piel cada vez que pasaba.

Elevó la vista de sus pies al escuchar suaves risas divertidas de niños acercándose. Él sonrió por ellos, porque estaban disfrutando del bonito clima como se debía hacerlo. Junto con amistades, lleno de risas y juegos.

Llevó una mano hacia el collar en su cuello, murmurando algo para luego sonreír. Riendo suave cuando aquellos niños chillaron de emoción cuando pequeñas y delicadas mariposas de distintos colores salieron volando de las flores.

Se levantó con nuevas energías de disfrutar aquel soleado día, sintiendo la brisa chocar suavemente con él una vez más, esta vez, haciendo volar un poco el fino y blanco saco que llevaba. Sonrió, sintiendo con pequeño cosquilleo conocido en su interior. Sus pasos comenzaron a llevarlo hacia el verde pasto, sonriendo a medida que el cálido sol iba llenando de calor su cuerpo, contrastando con la brisa fresca.

Aspiró.

Ese era su hogar. La hermosa primavera lo era.

—No deberías de disfrutar tanto estando con los humanos.

Lo que para Jungkook era placentero, se transformó en una mezcla de malos sentimientos. Se giró ante la voz.

—Tú no deberías estar con los humanos.

—Es raro que el invierno no te haya matado —sonrió con cinismo. —Es estúpido que alguien como tú haga esa pregunta.

Gruñó. Lo detestaba.

—Hey, tranquilo, fiera —rió.

—¿Qué quieres, Sunghoon?

—¿Podríamos olvidar esa rivalidad ridícula que tenemos por unos minutos para conversar?

—No te daré mi collar —lo enfrentó —Sabes que lo defenderé hasta la muerte.

—¡Jungkook! —ambos giraron su cabeza en busca de la voz. Taehyung se iba acercando hacia ellos, con una sonrisa relajada.

—Eso es bueno —respondió Sunghoon —Porque encontré la manera de matarte, pequeña mariposa.

—No puedes matarme fácilmente y lo sabes, Kang —su voz salió grave, intentando no exaltarse con Taehyung acercándose cada vez más.

—Oh, descuida, yo no te mataré —rió, haciendo una pequeña pausa —Será él.

Señaló a Taehyung.

—Solo necesitas un poco de viento para romper tus alas, primor —Jungkook gruñó — Solo necesitas un poco de amor para romper tu corazón.

Jungkook infló el pecho con furia, apretando sus puños. —No soy tan débil como piensas —sonrió, ladeando su cabeza —Sé que quieres mi collar por el poder que contiene, ¿y adivina qué? También sé que tu magia se está apagando; más pronto que tarde, terminarás por apagarte tú. Así que desiste con la idea de tenerlo.

Miró de reojo a Taehyung llegar. Un pequeño escalofrío recorrió su columna cuando Sunghoon sonrió ante su llegada, el temor de lo que diría se hizo presente en su ser.

—Te estás muriendo, Jungkook —sentenció, con su mirada clavada en Jungkook. Una pequeña sonrisa triunfadora peleaba por mostrarse en sus labios —No has nacido para estar solo y sin embargo, aún no has encontrado la forma de permanecer junto a alguien. Un beso es tu perdición. Eso, primor, acabará contigo antes de que yo lo haga. Solo es cuestión de tiempo de que eso —señaló el brillante collar azul que poseía Jungkook —Me pertenezca.