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Eunji estaba nerviosa, y no solo porque ese mismo día se graduaba, sino por el cúmulo de cosas que llevaba a la espalda: el próximo comeback, que era el más difícil que habían tenido hasta el momento, las cámaras que se encontraban fuera para fotografiar a los idols... pero sobre todo, por Han.
Tenía que ignorarlo ese día para evitar que rumores se esparcieran y había que añadir que ese día era la cena.
Se encontraba en el coche sola, esperando a la hora para entrar, repasando las cosas que habían pasado hacía poco. En especial el día anterior, donde Han le había confesado que ya todos los chicos sabían de lo suyo.
Tenía que admitir que eso no la puso tan nerviosa, aunque tuviera que aguantar las bromas de Changbin, como cuando supo que Minho se había enterado. Era conocedora de la amistad que había entre él y Han, lo importante que eran el uno para el otro, y tenía miedo de no haberle caído bien o no haberle causado una buena impresión.
Tuvo que explicarle que el hecho de haber dejado de responder sus mensajes el día del Facetime se debía a aquello, no quería preocuparle por sus pensamientos.
Le comentó que Minho estaba feliz por él, y que aunque no supiera mucho de la idol, sabía que era una buena persona.
Eunji estaba tan metida en sus pensamientos que no notó las veces que su móvil había sonado. Cuando se dio cuenta, cogió el móvil y pudo ver todos los mensajes y llamadas que tenía.
Primero contestó a los de su familia y amigos; Sunghoon, Jihyo… y después vio los de Sumin, los cuales la avisaban de que ya estaban de camino. Antes de entrar en el chat con Jisung, una llamada la interrumpió.
—Hola, Gaeul, ¿qué tal? —descolgó Eunji.
—¡Buenos días! Yo estoy bien, aunque me duele no poder ir a tu graduación —empezó a decir Gaeul. La joven sonrió al oír a su amiga, al otro lado del teléfono, montando un drama—. Justo tengo que cuidar a mi hermano. No me hubiera importado si fuera otro día, ¿pero justo hoy? ¡La vida me odia!