Al borde de la gloria (segunda parte)

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La botella giraba en la mesa y todos gritaban, está se detuvo señalando a Camus y a Cristel, indicando que está le pondría un reto.

-Camus -la chica lo miro con malicea- te reto a....- se detuvo un momento- besar a Damián -Señalo al joven a su lado

Milo lo miro divertido, pero cuando Camus se hacerco al joven que le indicaron besar; Milo lo jalo de la chaqueta y unio sus labios con los de Camus.

Los ojos de Camus se abrieron levemente pero poco a poco fue correspondiendo, no sabía exactamente como describir los labios de Milo, solo se dejaba llevar por primera vez, no era un beso de amor y tampoco era como que después de eso se casarían, ...

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Los ojos de Camus se abrieron levemente pero poco a poco fue correspondiendo, no sabía exactamente como describir los labios de Milo, solo se dejaba llevar por primera vez, no era un beso de amor y tampoco era como que después de eso se casarían, ese beso no representaba más que, al parecer; curiosidad, al menos en ese momento.

Las personas a su alrededor los miraron un momento para después hacer escándalo y cuchichear entre ellos.

Poco a poco se separaron por falta de aire, Camus sonrió tontamente y Milo se rió.

-¿Estás borracho? - Pregunto Milo hacercandose a la oreja de Camus.

-No lo sé -Contesto Camus alzando los hombros

-Ya deverias llevártelo -Dijo Cristel

-Si, eso are -

Milo se despidió y cargo a Camus en su espalda, caminando hasta el Santuario.

-Oye, Milton - Soltó Camus

-Ok, definitivamente estás borracho, y no soy "Milton" soy Milo ¿Que pasa? -

-Es lo mismo  ¿Tu no? -

-Yo no, ¿que? -

-¿No estás borracho? -

-No tanto como tu, ¿Eso era lo que ibas a preguntar? -

-nope -

-¿Entonces? -

-¿Por qué... hip...por qué lo hiciste? -

-¿Hacer que?-

-¿Por qué me besaste? Hip -

Milo se quedó en silencio, enrealidad el tampoco lo sabía ¿Que podría contestar?.

-...No lo sé -

Camus río bájamente, después racargo su cabeza en el hombro de Milo mientras olía su pelo

-¿Que haces? -pregunto Milo

-Huele rico, -rio- y estoy cansado

Milo negó con la cabeza mientras sonreía, quien ubiera imaginado que joven francés: serio, educado, frío y reservado, estaría en ese estado. Y hasta cierto punto eso lo hacía feliz.

Al llegar al Santuario paso por cada uno de los templos cuidadosamente, pues no quería dar ningún tipo de explicaciones a sus compañeros, al llegar a escorpio bajo a Camus para descansar pero casi al instante de intentar moverlo se dió cuenta de que Camus avía quedado dormido.

El amor de AcuarioWhere stories live. Discover now