Country Stories: Road to WW1 (Español)

El Ocaso de la Princesa

"¡Las cosas no pueden seguir así! ¡No puedo creer que me hayan obligado a olvidar todo esto!" Francia se exclamó a sí misma: "No era cierto que esto era para proteger las buenas costumbres de Europa...estaban tratando de mantener un régimen tiránico... ¡Y yo fui cómplice de todos sus esfuerzos! Eso es repugnante de mi parte...y de ellos...esto es increíble..." Francia se derrumbó en el piso de su habitación, no sabía lo que estaba pasando dentro de ella, pero una cosa era segura, no era una sensación agradable...no había tiempo para pensar en ello, la revolución tenía que continuar.

Luego se puso de pie con la ayuda de su fuerza de voluntad y se sentó en su tocador con un bolígrafo y un trozo de papel, antes de hacer algo extremo, tuvo que pensar muy bien a fondo... ¿Lo que había sucedido recientemente era suficiente justificación para continuar la revolución?

"Hmmm... veamos qué ha pasado..." Francia comenzó a hacer una pequeña lista en el trozo de papel "Hay muchas cosas de las que definitivamente me arrepiento...como lo que le hice a España, o volverme de esta manera en frente de toda Europa...dejar que el Antiguo Régimen regresara es...vergonzoso, por decir lo menos..."

Ella plantó su rostro contra sus manos con vergüenza mientras escribía cada palabra "Y lo peor es que yo no soy la mayor parte del problema... ¡Charles lo es!" Golpeó la mesa debido a la rabia que solo pensar en el rey le producía.

"¡Así es! ¡Volvió a tomar el poder de la gente! Y acaba de abolir el parlamento, ¿No? Y no hice nada porque eso era lo que se suponía que debía hacer, se suponía que debía cumplir y sentarme... ¡Como cualquier otra mujer! Me moldearon a la voluntad de ellos, como si no fuera más que una muñeca...esos bastardos... ¡Y todo gracias a esto!" Dijo mientras miraba su corona plateada en el espejo.

Francia entonces no pudo más, tomó dicha corona y se la arrancó de la cabeza, de inmediato la dejó caer al suelo, y con la ayuda de su lámpara de mesa, la golpeó hasta que se rompió en mil pedazos, y con eso, el hechizo se rompió también; de repente, los ojos de Francia brillaron y volvieron a su color azul habitual, con todas sus emociones volviendo a ella en un abrir y cerrar de ojos. Ahora sabía lo que tenía que hacer, y lo primero que necesitaba...era un cambio de imagen.

Francia, ahora llena de rabia, irrumpió en su armario con unas tijeras en la mano y buscó los vestidos perfectos para romper; terminó recogiendo su atuendo habitual y sin un signo de duda o remordimiento, lo cortó con sus tijeras y transformó la enorme vestimenta en un vestido que le llegaba a las rodillas, sus tijeras terminaron por ceder a la mitad del proceso, por lo que un montón de los volantes de la falda seguían colgando de un lado, pero a ella realmente no le importaba, seguro que podía seguir con las manos, después de todo, solo había una cosa más para modificar; reunió todas sus fuerzas en su mano y la utilizó para arrancar el emblema de la flor de lis en el pecho del vestido, dejándolo solo con algunos hilos dorados colgando de él.

Francia rápidamente se puso el vestido y se miró en el espejo, ese tipo de guardarropa le resultaba familiar, por alguna razón...pero pensaría en eso más tarde, por ahora, complementó el look con una cinta roja que hacía de cinturón y un delantal blanco encima; decidió no peinarse, solo para esta ocasión, no le importaba arrastrar su cabello por el suelo, y con eso, Francia estaba lista para recuperar lo que había perdido; sus recuerdos, su empoderamiento, pero sobre todo, su libertad.

Francia salió corriendo de su habitación, pasando de largo a sus ciudades, quienes miraban su nueva apariencia y su interminable cabello en estado de shock.

"¡¿Princesa?! ¡¿Qué está haciendo?!" Lille preguntó con preocupación.

Francia se volvió rápidamente hacia ella y negó con la cabeza. "¡Mi nombre no es 'Princesa', mi nombre es Francia! Y aunque te agradezco estos 16 años que llevamos trabajando juntas, ¡Es hora de que recupere lo que es mío!"