Muerte Roja. ©

Capitulo II ※

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—Suelta la sopa Na-bi, quiero saber todo de ti o si no te llevaran las malditas monjas del orfanatorio— me decía el "amo"

luego de un largo recorrido en auto paramos en una casa gigantesca bastante alejada de la sociedad

El me dio ropa y me dirigió a un baño donde pude asearme y ponerme más ropa de la que traía que era solo una delgada lencería

Una vez lista me dirigió al comedor, la verdad me había tratado muy bien no tenía quejas al respecto.

Pero ahora estaba pidiendo información sobre mi

TODA mi información para ser exactos

No confiaba ni en mi sombra, pero si me quería muerta lo habría hecho hace tiempo ¿cierto?

—¿Porque? —casi me salió en susurro la pregunta

Pero no fue lo suficiente bajo como para que él no lo escuchará

—Mira Na-bi, acabas de ganar 2 millones de dólares por la cabeza del cerdo ese que mataste— me decía como si estuviera dándome la hora

—¿Estas de broma, cierto? — inquiría mirándolo a la cara a ver si descifraba alguna pista que me dijera que jugaba conmigo

—No, yo no miento, pero lo importante aquí es ¿quieres que todo ese dinero te lo quiten por ser menor de edad y se lo den a las monjas del convento al que te lleve? Porque sabes que en este país eso hacen y te lo darán dentro de dos años y para cuando eso suceda ya solo tendrás a lo mucho 200 dólares

Me quedé callada, él tenía la razón

¿Cuándo, cómo y porque me hice rica?

—No, no quiero eso— respondía un tanto dudosa de la situación

—Bien, si me cuentas que pasó desde el inicio, detalle a detalle, puede que te dé una solución a ese problema— me decía con una sonrisa ladeada

—Muéstrame pruebas donde está lo que piden por él, si me las enseñas te digo cada cosa— la que negociaba estaba vez era yo

—Mira, el mato a una persona importante y pues... ¿Sabes qué? Míralo por ti misma— decía mientras habría un cajón de su escritorio

Me lanzó un periódico era como de hace unos 2 años según las cosas que anunciaban

Me fui a la fecha y en efecto era de hace 2 años

Había una página doblada

Era la noticia de una muerte, según la describían habían descuartizado el cuerpo de una mujer

¿Qué si era grotesco? Pues para otra persona a lo mejor y si era grotesco, pero para mí ya nada lo es

Todos se engañan con mi manera de vestir, mi voz chillona, mi pelo con destellos rubios y mi perfecta manicura

En realidad, mi progenitor se había encargado de llevarme al borde de muchas cosas y en varios sentidos, rara vez sentía asco o cualquier otra cosa al ver muertes de todo tipo

No era algo de lo cual me enorgulleciera, pero era lo que había

—¿El hizo esto? — la pregunta que estaba haciendo era de sobra

por supuesto que había sido el

—Así es— respondió, me miraba de manera extraña

Le sonreí.

—La familia de la chica es quien lo quiera muerto, nadie se le podía acercar lo suficiente sin salir muerto, así que por eso ofrecían esa cantidad por su cabeza— explico