13.

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Jeon se encontraba recién abriendo sus ojos topandose con plena oscuridad a su alrededor, tanteo con su mano el lugar a su lado buscando a su esposo y sintiendo el mismo vacío, buscó la luz del velador pero no la halló.
Fue entonces cuando su pequeña hija, lía, se adentro a la habitación y jalandole de su mano logró levantarlo.

Ahora se hallaba cuesta abajo en la escaleras, no veía nada... Su hija parecía terca en querer guiarlo a algún sitio.
Se le hizo raro el no ver a nadie en la Sala o escuchar ruidos en la cocina, conociendo a su madre y suegra, el como a estas les fascinaba cocinar y más ahora que tenían nuevos huéspedes.

Al salir fuera de la casa noto que parecía estar atardeciendo, joder, tanto había dormido... ¿Por que nadie lo llamó?
Un olor Náuseabundo llegó a sus nariz haciendo que lleve su mano allí tapandola al instante, bajo la mirada hacia su hija pero esta ahora se encontraba corriendo.
Antes de seguirla observo mejor el lugar, las luces de ambas casas completamente apagadas... Había Hoyos en el alambrado pero antes de poder pensar mejor y analizar su alrededor, pensó en que su hija corría por allí sin protección.

Corrió detrás de lía hasta perderla de vista entre el alto pastizal. Podía sentir la fría brisa chocar contra su piel, despeinando sus cabellos ligeramente.
Sonrió por inercia al reconocer a chico de espaldas a el, Jimin se encontraba frente a el, agachado haciendo quien sabe que cosa. Se apresuró en acercarse y reconocer a su hija tirada entre el pasto, creyó que estaban jugando todos a la escondida, por su mente paso que era lo más lógico de momento, que Jimin había atrapado a lía y se encontraba haciéndole cosquillas o soplandole la barriga como la habían acostumbrado.

Sonrió al ver tal escena, lía reía contenta y su risa resonaba en todo el lugar.
Giro en su eje para ver si encontraba a alguien más por allí y lo que vio lo dejó helado, su hijo estaba tirado en el suelo, totalmente inerte con cientos de mordidas y rasguños en su cuerpo, su ropa desgarrada, su rostro apenas reconocible de tantos desgarros... Su padre tenía sus manos enterradas en lo profundo de su estómago sacando de allí todo a su gusto y llevándolo a su boca, poco después vio como todos los que hace instantes no estaban ahi, se iban acercado y repetían la acción sin tener piedad de su hijo.

Volteo nuevamente donde su esposo para pedirle ayuda ya que no sabía que hacer, estaba en blanco y su cuerpo no funcionaba bien.

-Jimin, tenemos que alejarnos de aquí ahora, toma a lía y corre hacia la casa... -
Al no obtener respuesta los miro, su esposo se encontraba dando mordidas a su hija mientras esta comenzaba a soltar gritos y estiraba sus brazos hacia el con lágrimas cayendo, Jeon no lo Noto pero el también lo hacia, desde el momento en el que su hija lo guió allí lo hacia, luego su hijo, ahora su hija... Su esposo también, padres, amigos.
Noto que cargaba un arma y la saco apuntando a su esposo, quitandola  traba y haciendo que este note su presencia dejando de lado el cuerpo de la niña desangrándose para caminar hacia el torpemente.
Sus ojos sin vida, completamente blancos , su piel pálida hacia sobresalir el tono de sus venas a un violeta, tenía mordidas en sus brazos, le faltaba un trozo de piel en su cuello como si hubiese sido arrancado sin piedad alguna.

Jeon dejó caer el arma y seguido el igual cayó arrodillado al suelo, no podía dispararle a Jimin ni por más que quisiera, cerro sus ojos y cuando los abrió allí se encontraba nuevamente su omega, sonriendole y abrazandolo como siempre, sus ojos en media Luna perfecta como tanto le encantaban, su hermosa y armoniosa risilla, su ligero sonrojo, el brillo en sus ojos.
Solo quería esa realidad nuevamente aún no lograba asimilar nada de lo que pasaba, entonces lo sintió, el cuerpo de su esposo cayendo sobre el suyo moviendo su mandíbula bruscamente para intentar darle una mordida, para arrscarle un trozo de carne, sin embargo no lo detubo.
Grito de dolor al recibir una, lo abrazo con todas sus fuerzas y una de sus manos fue a su cabello acariciandolo como a el tanto le gustaba, mientras se deshacía en lágrimas y perdía el conocimiento poco a poco, por la pérdida de sangre y el inmenso dolor que le provocaba, un dolor tan intenso que probablemente lograría hacerle desmayar antes de morir desangrado.

𝗔𝗽𝗼𝗰𝗮𝗹𝗶𝗽𝘀𝗶𝘀 𝗭  [𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗] JJK+PJM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora