1. cero.

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Busán, 00:00.

Jimin estaba terminando de llenar unos formularios de sus pacientes mientras que Jungkook descansaba en el sofá de la Sala, mirando la televisión y cambiando de canal sin saber que mirar, no mostrando interés hacia los canales.

-mañana no debes ir al hospital ¿verdad, cariño?-
Pronunció Jungkook, volteando su cabeza ligeramente hacia la derecha, observando a su esposo rodeado de papeles en la mesa del comedor.
Se levantó perezosamente dirigiéndose hasta su sitio colocándose detrás y pasando sus manos por sus hombros antes de dejar un pequeño beso sobre su coronilla.
-solo faltan tres días para que podamos ir con los niños y nuestros padres. -
Mencionó en un tono suave, logrando sacarle una ligera sonrisa al rostro cansino de su Omega.

-no, solo iré a dejar estos formularios ya que son importantes para darles el alta a algunos pacientes y volveré a casa, de todas formas daré una ronda para ver si me necesitan.
¿Sabes, amor? Los extraño demasiado y ni siquiera pasaron dos semanas aún. -
Dijo con la voz algo apagada, se notaba a leguas cuanto le podía llegar afectar el que les alejaran a sus "bebés".
Levantando su cabeza un poco para ver al Alfa detrás de él sonriendole, formó un pico en sus labios para seguidamente recibir un suave beso por parte de su pareja.
Sintió las manos de su Alfa dejar caricias en sus hombros poco antes de separarse del beso, Jungkook, asomo su mirada hacia la mesa y sonrió al ver que su esposo había acabado Totalmente, tomó su mano rodeando el asiento y los guió hasta el sofá nuevamente sentándose el antes de dejar caer al Omega en su regazo, rodeando su cintura en un abrazo y apegandole lo más posible a su formido cuerpo antes de comenzar a soltar su aroma para relajarlo, uno de los tantos placeres de liberar feromonas.

-mi jungkookie... -
Susurro encantado Jimin al estar rodeado del aroma que más le encantaba, cerro sus ojos y oculto su rostro entre el hombro y cuello del contrario restregando levemente su nariz en el cuello opuesto, sacándole una hermosa risa a jungkook. Estos momentos son los que realmente les valían en sus malos días.

Un tintiniante sonido proveniente del teléfono de jungkook les arruinó el momento.

-¿si, quien habla? -
Dijo al contestar, algo fastidiado pero sin quitar su atención de Jimin a quien repartía caricias en su espalda.

-teniente Jeon, lamento molestarle a estas horas pero se le solicita ahora en la base a las afueras de la ciudad, el capitán Kim pasará a buscarle por su casa estese listo, es de suma importancia que estén aquí cuanto antes. -
corto la llamada, jungkook lo sintió, algo andaba mal. Suspiro pesadamente y se levantó aún con su pareja en brazos, caminando hacia el cuarto para poder alistarse.

-no me esperes despierto¿bien? No se a que hora podré volver de allá, cualquier cosa me llamas, amor. -
Lo dejó en la cama y Jimin asintió para después meterse entre las frazadas y observar al opuesto cambiarse con su uniforme.

-ya debo irme, cariño. -
Expresó jungkook al ver por la ventana la camioneta de su amigo y compañero de trabajo, Kim namjoon.
Se acercó a la cama y tomando el mentón del mayor plantó un casto beso en los labios del mismo a modo de despedida.

Al salir de su casa se adentro a la camioneta y ambos individuos se dirigieron a las afueras de la ciudad.

Al borde de una hora y minutos estacionaron en la base, bajaron de la camioneta y caminaron hasta el vijilante mostrando sus identificaciones viendo el portón abrirse al instante.
La atmósfera se sentía tensa para los amigos, se miraron antes de entrar al edificio y dirigirse directamente al sector laboratorio.
Pero antes de llegar los detubo el comandante explicándoles la situación, esto daba mala espina.

Todos se quedaron detrás del cristal observando fijamente a los científicos inyectar ciertas sustancias a un cuerpo que aparentaba estar inerte. Era la "persona 0" u al menos así la identificaban.
El tiempo pasaba y pasaba, minutos, horas. Hasta que jungkook miro su reloj viendo las 12 am, el tiempo pasaba rápido, los científicos se mostraron nerviosos y sin saber cómo reaccionar cuando el cuerpo comenzo a tener lo que parecían convulsiones exageradas.
De repente la persona cero abrió sus ojos, eran completamente blancos, sin vida, su piel comenzo a tornarse pálida, muy pálida casi en tonalidad algo morada, como si estuviese muerto y en pleno Estado de cadáver en descomposición, sus venas resaltaban notablemente.

𝗔𝗽𝗼𝗰𝗮𝗹𝗶𝗽𝘀𝗶𝘀 𝗭  [𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗] JJK+PJM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora