Ni siquiera sabía cómo pasó, simplemente sucedió. Desde que era adoslecente y se empezó a interesar en las mujeres sabía lo que veían en él. No era por ser narcisista pero no tenía que mentir o negar algo que era verdad, tenía encanto, personalidad y alma pícara sumado a su porte y buena apariencia física. Las mujeres casaderas lo perseguían como moscas a la miel seguidas de sus madres ansiosas por un matrimonio ventajoso para sus hijas. No las culpaba.. Tenía un título y buena posición económica. Y aunque al principio era divertido explorar las "cualidades"de las damas, con el tiempo se empezó a aburrir. Las suecas eras hermosas, sin duda, pero eso ya no bastaba, anhelaba algo más... Solo que no sabía el qué.
Decidió ir a Francia. Su hermana estaba algo disgustada por eso pero no le tomo importancia. Era joven y tenía ganas de empezar y conocer su trabajo como diplomático y Francia tenía cierto potencial que quería analizar. No sabía que ir allá le llevaría a conocerla.
Era apenas un muchacho de 17-18 años cuando al fin llego a tierras francesas.
Había pasado unos días en una pensión hasta que quiso conocer el lugar. Escuchó rumores de que en unas calles más arriba se haría una fiesta de máscaras. Estaba algo curioso así que fue allá no esperando nada más que pasar un rato divertido. Se bañó y se perfumó lo mejor posible y salió de la pensión. La mansión era grande y las bebidas y el ruido de la gente inundaban el lugar. Todos usaban máscaras tapando su rostro así que nadie sabía quién estaba tras ellas. Charló con unos cuantos conocidos que estaban también en Francia hasta que decidió conocer más a las mujeres francesas, total, él no las conocía y ellas tampoco, así se evitaría encontrar con una jovencita casada o algo más. Platicaba con una pelirroja de ojos azules hasta que se vieron interrumpidos por los aplausos y la música de violines. Al parecer sería la hora de bailar.- ¿Le apetecería bailar mi Lord? .- Preguntó coquetamente la mujer. En otros momentos le diría que sí pero está noche solo quería beber un poco más antes de irse a casa.
- ¿No se supone que los hombres hacen esas invitaciones?-. Le contestó con voz divertida.
- Yo no sigo la etiqueta de la sociedad como las otras y si no quieres bailar... Igual podemos hacer algo más .."divertido" en el jardín.- Le pasó un dedo por el pecho. - ¿Qué dices? .- Finalizó seguramente esperando que se lanzará a ella como hombre enamorado. Lo que no contaba ella es que él detestaba a las mujeres "lanzadas" y que tuvieran osadía en tutearlo rápidamente. Él no era mucho mejor pero no esperaba eso de una mujer de noble cuna. Le quitó delicadamente el dedo de su pecho.
- Es una oferta tentadora debo de admitir ... pero estoy seguro que a su esposo no le gustaría saber que su mujer está prácticamente rogándole a otro caballero que pase un "rato a escondidas" en un lugar como este.- La mujer lo miró con asombro hasta que sus ojos cambiaron a desagrado rápidamente.
- ¿Cómo se atreve? .- Ah, tenía verdaderamente descaro para hacerce la ofendida.
- ¡Oh vamos! Madame ¿Usted cree que no me di cuenta que porta el anillo de matrimonio en su bello dedo? Debería de ser más cuidadosa en esos aspectos ... A un verdadero hombre no le gusta estar con alguien que ya tiene dueño... Es cuestión de honor.- Dijo relajado. Todo lo contrario a ella que parecía que su cara se teñía de un rojo parecido al de su cabello.
- ¿¡Usted quién se cree para decirme eso!? Debería de estar agradecido con mi honorable presencia pero veo que no tengo porque perder mi tiempo con alguien como usted, solo es alguien con poco decoro para decir falacias.- Dijo entre dientes desdeñosa. Se dio la vuelta con aires de vanidad y falsa dignidad mientras él la veía perderse entre la gente seguramente buscando esa "diversión" que él le negó.
Bueno eso no había salido bien pero tampoco le importaba. No es como si su ausencia le angustiaba. Suponía que esa era su señal para irse a descansar. Camino hasta la salida mientras dejaba la copa de alcohol en una de las bandejas de un mesero hasta que se topó con una silueta apoyada en la pared. No sabía porque pero su corazón dio un respingo intrigante. Algo en esa delicada y femenina figura lo llamaba. Se paró en medio de la circulación de personas moviéndose para diferentes lados, sin embargo no se movió de su sitio para ver esa adorable criatura. Los rizos dorados resaltaban entre los cabellos y altos tocados coloridos de las damas del lugar, tenía una máscara negra que combinaba perfectamente con el vestido ceñido pero recatado que usaba. El color negro parecía camuflajear su silueta entre la multitud pero él podía verla resaltar entre la demás gente. Parecía que estaba intentando De repente el tiempo se detenía mientras más la observaba detenidamente. Decidió ir a una mesa cercana para verla mejor. Se apoyó en la madera mientras recuperaba el aliento. ¿Quién era esa mujer? ¿Porqué le llamó la atención así? No paraba de preguntarse, parecía que entre más la observaba más atraído se sentía. Necesitaba saber de ella a toda costa.
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☆≡ 𝐏𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐍𝐨𝐜𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨𝐬 ☆≡
Historical Fiction¿𝑵𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒅𝒐𝒓𝒎𝒊𝒓? , 𝑽𝒆𝒏 𝒚 𝒍𝒆𝒆 𝒆𝒔𝒕á𝒔 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒊𝒕𝒂𝒔 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒈𝒐 𝒑𝒓𝒆𝒑𝒂𝒓𝒂𝒅𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊. ¡𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆 𝒆𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒊𝒏𝒔𝒑𝒊𝒓𝒂𝒓𝒔𝒆! 💤 𝑬𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒔 𝒊𝒏𝒔...