Un rato después de que mi linda hija se despertara por completo, ambas salimos de regreso a la sala donde Irene y Laura conversaban, Marck y Anton salían por la ventana a la escalera de emergencias, mientras que por otro lado estaban los extras sentados en el sofá uno mirando a dónde fuera con su tragó en manos y el otro no despegaba la nariz de su celular.
─ ¡Papi! ─ exclamó Diana con felicidad acercándose a las piernas de Morgan quien tan pronto la tuvo en frente la subió a su regazo para abrazarla.
─ Hola mi hermosa princesa.
Me sorprendió la sincera calidez que aquella muestra de afecto parecía desbordar, incluso volví a replantearme las dudas que tenía sobre ese hombre y sus ganas de cumplir como padre.
─ ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ─ preguntó a la niña mientras le acomodaba su cabello rubio tras las orejas.
─ Estoy bien. Ya no me duele nada ─ contestó con aires de valentía.
Estaba sumergida en ellos dos que no fuí consiente en el momento en que Jou se acercó a mí y habló: "─ Parece que me han ganado la atención" rió ante el hecho de que dejó de ser el universo de una niña que prácticamente actuaba como una garrapata cuando él estaba cerca.
─ Diría Anton: "la sangre llama" ─ contesté de la misma manera burlona ─ Tu espera, el encanto se le pasa cuando le dicen que no.
─ Bueno, solo espero que el "no" no venga de tí después de escuchar mi propuesta a cenar mañana por la noche. Pensé bien en tus palabras y creo que la solución a nuestro problema no es si nos ponemos de acuerdo con largas esperas o actuamos al instante pues no sabemos si estaremos ahí así que solo lo diré una vez más: mañana, tu y yo, cena.
No sé que es lo que me sucedía pero algo en mi interior me gritaba que era el momento, era MI momento y ni siquiera la penetrante mirada de Morgan lo echaría a perder.
─ Bien, pero escúchame con atención Jou Veins. Tu te atreves a dejarme plantada una vez más y olvídate de una enésima oportunidad ¿Estamos? ─ estiré mi mano para cerrar el trato cosa terminó por causarle risa. Él la tomó sin dudar pero en lugar de dar un apretón, me hizo girar para después comenzar a bailar con la canción que Irene había puesto.
El festejo siguió sin problemas gracias a los efectos del alcohol, todos se llevaban bien con todos hasta Anton con Morgan. Eran las tres de la madrugada y yo dejé el cuarto después de acostar a Diana ya que se lo había prometido –posteriormente de despedir a Jou quien regresó a su hogar– aunque está vez Irene se nos unió quedándose completamente dormida junto a mi niña; los esposos estaban tendidos sobre el sofá pero no veía a Laura en ningún lugar, una ligera pena me invadió al pensar que tal vez se había ido sin despedirse cuando repentinamente el sonido de la puerta principal abriéndose me espantó.
─ Olvidé mis llaves ─ comento Morgan después de tomar dicho objeto de sobre la mesa donde estaban los regalos de mi bebé.
─ Bien ─ el silencio dónde solo los ronquidos de los chicos se escuchaban se instaló a nuestro al rededor. Era como si quisiera decirme algo pero hacía hasta lo imposible por no soltarlo ─ Entonces te acompaño a tu auto.
Se me ocurrió decir cómo rompe hielo pero no me esperaba que realmente aceptara, pensé que diría algo como: "Es tarde para que andes afuera" o "Conozco bien el camino de regreso".
Tomé el chal que tenía colgado en el perchero y lo coloqué sobre mis hombros ya que las noches eran frescas últimamente. Esta vez no usamos el ascensor por lo que el camino fue un poco más largo dándole tiempo a Morgan de tratar a entablar una conversación.
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LOVE ME NOW | LP | Laura Pergolizzi |
FanfictionDicen que el dichoso amor sobrepasa esas barreras que se interponen en nuestro camino, pero ¿realmente tengo la capacidad de amar con tal intensidad? El mundo está realmente loco así que ¿que tan imposible es lo "imposible"? Mientras se debate en lo...