Domando a la Demonio

II

El torneo ya había empezado. Actualmente Rihanna estaba esperando su turno para pelear en el pasillo mientras era acompañada por la secretaria del títere de su empleador.

Rihanna volteó la vista un instante encontrándose con algo que le pareció divertido: Rihito, "El superhombre".

Al verlo correr tan apurado hacia los baños consideró que sería divertido "saludar" al superhombre. Sigilosamente se apartó de la chica que la estaba vigilando y fue hacia donde el hombre.

Al llegar al baño se le acercó a Rihito viéndolo desde detrás del hombro. —Que pequeño. —dijo ella al tiempo en que una sonrisa de superioridad se posaba en su rostro.

Ichiro, al percatarse de su presencia se sacudió quitándosela de encima para después guardase el miembro. —Mira, preciosa, no sé quién seas pero si gustas después de mi pelea me puedo ocupar de ti con todo gusto. —dijo el peleador-presidente al tiempo que una sonrisa arrogante se posaba en su cara.

Rihanna lo miró pasmada para después empezar a reír de la comedia. —Se ve que tu cerebro es tan pequeño como tu pito. — ante tal comentario la cara del rubio se tornó de confusión y molestia. —Parece que no lo has entendido. No hay lugar para peleadores de mierda como tú en este torneo. —comentó con una sonrisa que enseñaba los dientes.

—Nunca creí que hubiera una perra a la que quisiera partirle la cara... —decía Rihito al tiempo en que se ponía en guardia con las manos listas para rebanar a aquella descarada. —...¡Supongo que para todo hay una primera vez!

—¿Acaso crees que puedes hacerlo? ¿En serio? —dijo la mujer con su sonrisa arrogante al tiempo en que su cuerpo empezaba a cambiar volviéndose su piel de color morado al tiempo que las venas de su cuerpo se resaltaban.

El cuerpo de Rihito se estremeció ante tan temible presencia; no obstante, su ira fue capaz de sobrepasar esa presión para lanzarse al ataque intentando cortarla usando su brazo derecho.

Antes de que los dedos del "superhombre" la tocaran, Rihanna realizó un golpe que fue mucho más rápido que la del hombre. La fuerza fue tanta que logró hacer retroceder al grandulón. Después le dio un fuerte gancho de izquierda que lo envió hacia las puertas del baño, el castigo continuó con una patada al pecho que lo empujó dentro del inodoro.

A como pudo, Rihito se paró para después abalanzarse contra ella. Rihanna lo tomó por la cabeza para después lanzarlo hacia uno de los urinales donde Rihito terminó estrellándose el cráneo abriéndoselo, empezando a sangrar y dejándolo completamente aturdido.

La peleadora se le acercó y lo tomó de la nuca para después estrellar su frente contra el borde del inodoro dejándolo aturdido al tiempo que la sangre del rubio brincaba sobre su busto y rostro.

—Bien. Ahora vamos a aplastar al próximo imbécil. —comentó para sí misma al tiempo que salía del baño dejando a su victima tirada en el suelo.

Mientras ella iba al escenario la audiencia estaba expectante.

—Damas y caballeros... Hoy tendremos el gusto de ver un evento raro de ocurrir. —decía Katahara Sayaka parada en el centro del escenario con las luces enfocándola. —Pocas veces en la organización ha habido mujeres que tengan el poder y el valor necesario para pelear contra alguno de los peleadores. ¡Y hoy, una más, hace su aparición! —gritó eufórica la anunciante. —NACIDA EN EL MÁS GRANDE CLAN DE ASESINOS DE JAPÓN. ¡DEFENDIENDO ÚNICAMENTE SU ORGULLO, SE DISPONE A APLASTAR A CUALQUIER HOMBRE QUE SE CRUCE EN SU CAMINO! ¡MIDIENDO 166cm Y PESANDO 61kg! ¡LA HIJA DEL TABÚ, RIHANNA KURE! —al tiempo que decía eso la peleadora salía del corredor con una gran sonrisa sádica brillando por las luces que le apuntaban. Al verla la audiencia se quedó en completo silencio por el liquido en el que estaba cubierta.