Capitulo 14

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Jake Campbell

Había salido del campus, estaba abrumado, había muchas personas, se me quedaban viendo... por lo menos eso sentía. 

Con mi mochila golpeando mi espalda con cada paso que daba. Mi mente está abrumada, no puedo pensar claramente así que fui camino a casa. Pero no me dirigí a casa , pase de largo pues no quería toparme con más problemas. Solo camine por la orilla de la carretera. El ruido de las llantas de los autos me ponían nervioso, me recordaba a algo, no sabía bien a qué, pero supongo que a algún trauma. Camine y camine . Note la chica pelinegra viendome desde su ventana, luego desvió su mirada y hablaba con alguien.

Estaba nerviosa,  se notaba. Era preocupante por así decirlo. No la conocía lo suficiente para afirmarlo. Volvió su mirada a la calle la pelinegra. Luego de un rato baja una chica.. No era..ella pero se parecía mucho, se dirigía hacia mi... pero aunque quería salir de alli, mis pies no me hacian caso. Entonces me quedé allí parado, diriji mi mirada a la ventana de la pelinegra, quien solo miraba. 

- Megan Becker..ella...es mi hermana..y yo..soy..Jilian..emm..- empezó la chica, luego miró a la ventana en busca de palabras y ayuda de parte de la pelinegra.  solo reí por lo bajo, la chica parada enfrente mio solo me devolvió un rostro neutro y vacío, me miró de arriba a abajo y volvió a la casa. 

Que acababa de pasar?

 Mire a la pelinegra quien solo sonrió y cerró las cortinas. Estaba confundido. No entendía, pero eso había alegrado mi tarde, esas hermanas me habían hecho reír, lo necesitaba, desde que Loray se había ido no sonreía así. La extrañaba. Mire al suelo , respire hondo y fui en dirección a mi casa. Sabía que la chica miraba como iba hacia mi casa así que sonreí , ella solo giro los ojos y yo seguí mi camino.

 Esa chica que hace tan solo unas días odiaba, se estaba volviendo mas comica cada dia. Para ser sincero, no estaba seguro si la odiaba, ella me conocía, yo también, pero era una relación extraña. Megan Becker, aun trato de descifrar porque recordaba su nombre tan claramente. 

Ya había llegado a la puerta de roble de mi casa. Me giré para ver a los pinos que estaban frente a la fuente de casa. Mi cabeza empezó a revolverse , y revolverse, el sonido de una llanta pisando freno invadió mis recuerdos y una voz a lo lejos gritando, cerré mis ojos, el dolor era insoportable, caí de rodillas al suelo. El sonido de la llanta se volvía más y más intenso. Mis oídos dolían un montón, sentía que sangraran. Me tiré al piso derrotado por el dolor. Mis manos taparon mis oídos, mis piernas temblaban y ya no soportaba tal dolor infernal. Empecé a gemir por el dolor. Lo hice en señal de ayuda. 

Pero nadie salió. 

Me quedé allí gimiendo por el dolor en el piso, mi piernas golpeaban el piso, mi voz estaba gastada. Podríamos decir que luego de unos minutos ya afronte el dolor.

 Nadie venía

 Mis ojos querían cerrarse, pero no los dejaba, debía venir alguien, escuche la puerta abrirse y unos tennis correr y acercarse a mi anatomía tirada en el suelo. Mi rostro se mostraba neutral, pero todo mi cuerpo me dolía, alguien vendría, me deje rendir y cerré mis ojos. Era lo mejor, ya no sentía el dolor. Pero en cambio la pesadilla empezó.

 Estaba en una habitación oscura. Todo era negro. Apareció un camión pasó al lado mío , el sonido de sus llantas era el mismo que había escuchado, solo que no molestaba a mis oídos pues creo que estaba en mis recuerdos. la pelinegra estaba allí, acostada, parecía muerta, esa imagen era horrible, una vez que la vi sabía que no la quitaría de mi cabeza. 

Me tire al suelo. Y me acurruque allí mismo, agarre fuerte mis rodillas y metí mi cabeza dentro de ellas. Cantaba una melodía para tranquilizarme. No se que canción era, pero solo la tarareaba, la voz empezó a gritar de nuevo, pero no me molestaba, solo quería despertar donde sea. quería salir de allí.

 Sentí unas manos cálidas abrazarme por detrás, eso me tranquilizo y dejé de temblar. Mis ojos estaban apretados. Todo mi cuerpo me dolía, luego sentí como las cálidas manos se iban.

No de nuevo

 Unas uñas, me empezaron a cortar la piel. No las sentía pero sabía que dolían, el dolor era psicológico. Mi piel no dolía solo mi mente interpreta que si. Me tire vencido como ya antes lo había hecho y salieron lágrimas de mis ojos. El dolor en mis cuerpo siguió. Unas uñas me cortaban la piel. '

- Por favor, por favor-  decía 

'' cariño?'' escuche a lo lejos. Una voz a los lejos pero retumbaba en mi cabeza. Todo dolor paró en ese instante. Solo cerré los ojos. Y descanse en esa habitación oscura. No se encontraba más la pelinegra ni tal monstruo. Estaba solo.

MoonligthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora