Capitulo 15

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Megan Becker

Mi hermana se bajo e intento hablar con el chico, no se que le había dicho pero sabía que no funciono.  Volvió a mi cuarto y se tiró en la cama 

- No puedo, es muy intimidante.. lo siento ..- dijo.

 - Solo debias darle chocolates Jilian!- replique. Mire de nuevo por la ventana y vi a el chico sonriendo por lo bajo le devolví la sonrisa y mire mal a Jilian. Ella no me miró y se largó.

 Volví a ver por la ventana y el pelinegro ya había tomado rumbo a su casa... lo mire, intentaba notar si tenía algo en sus manos o algo... Pero no dio caso el chico me noto e hizo una seña con su mano la cual solo rode mis ojos por lo aludido que era tal chico. 

Cerré la cortina, arrastre la silla hasta la cama, luego de unos segundo logre posarme en ella. Me senté y al rato de estar allí sentada escuche unos gemidos, eran gemidos de dolor, abrí mis ojos enormemente y llamé a gritos a papá con la esperanza de que esté en casa.

 No estaba y Jilian no me oía. Los gemidos seguían, me destrozaba escucharlos. Con la ayuda de unos palos de hockey me levanté y fui hasta la escalera, eran unos 18 escalones. Respire hondo y me tire por ella. Mi pierna dolía, pero no tanto como esos gemidos a lo lejos, al parecer nadie lo escuchaba, agarre los palos de hockey e intente llegar hasta la orilla de la carretera , cruce la carretera y camine lo más rápido posible, llegue a la mansión del pelinegro y solté mis ''muletas'' y corrí a zancadas con mi único buen pie. 

Llegué hasta él , Jake Campbell 

 Vi como cerraba los ojos, y se entremecia por el dolor, Se estaba dando por vencido. No otra vez. El chico sufria, note como sus ojos apretados cambiaron a estar calmados. Respire hondo y note como una dama de la mansión se me quedó viendo. 

- llame a una ambulancia! ¡Rápido!- dije. La chica dudo un rato y luego fue por el teléfono. Me quedé con el chico allí tirado, mi pierna me dolía un montón, hace unos dos dias no la usaba y aun no se había recuperado, la estaba forzando. 

Estaba sentada mirando mi pierna cuando el chico empezó a compulsionar, unas marcas estrechas aparecieron en su piel. 

Que estaba pasando?! No sabía qué hacer, e- eso era- 

Mire a la puerta de la mansión y la dama no regresaba. Tenía miedo, estaba oscureciendo y no había nadie, había un chico convulsionando y yo con una pierna inservible. El chico podría morir aquí mismo, con todas mis fuerzas restantes me levanté en una pierna. 

 como dolía eso. 

Salté hasta la puerta y grité por ayuda. No venía nadie. Entonces entre a la casa. Con ayuda de los mueble me moví. Entre en la cocina y tomé el celular de servicio. Llame al 9-1-1 y pedir una ambulancia.

 Ya estaba en camino. 

Salí a zancadas de vuelta afuera. Vía al chico quieto. Salte hasta el y le tome el pulso. No recordaba como se hacía eso, pero solo lo intente, agarré su muñeca y puse mis dedos índice y el del medio allí y sentí sus latidos luego de unos segundos. 

 respire de nuevo. Ese chico no paraba de matarme. Ya iban dos veces que estaba por presenciar su muerte. Solo espere la ambulancia y cuando escuche la sirena acercándose me tire vencida en el suelo también. Mi pierna me dolía un montón. Mi hombro se había movido de lugar al caer por las escaleras. Seguro le añadimos a eso una muñeca dislocada por caer por las escaleras.

 Me había roto la mitad de mi anatomía de nuevo por el pelinegro. Solo espere y cerré los ojos, sentí como unos minutos luego me alzaban en una camilla, mire a los lados y note al pelinegro aun allí. 

- No, no..el...el -intento formular. pero solo salian ruidos raros.

 Luego escuche ruidos de unos tacos acercándose a nosotros. 

Josephine lestrange, madre de Jake

- cariño ? - dijo tocando el rostro del pelinegro. La camilla donde estaba yo fue alzada a la ambulancia y allí ya estaba lista para darme por vencida, esa sería mi segunda visita al hospital en la ultima semana. Mi madre me mandaría mañana mismo a Victoria. 

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Jake Campbell

Las voces de mi alrededor rebotaban en mis oídos, quienes estaban cansados del sonido.

 -Shhh..- formule entre balbuceos. 

- Jake? Jake! - dijo mi madre. Apreté los párpados en señal de dolor. Pero ella no lo entendió. Se abalanzó sobre mí y me abrazó, odiaba el contacto físico, pero no pude hacer nada, pues era mi madre y casi había muerto...de nuevo. 

- Está bien? - dijo una voz desconocida en la habitación. Abrí mis ojos y vi a un señor alto de barba y pelo marrón. Traía ropa algo deportiva, ya lo había visto, pero donde?. 

- Señor Becker..si se encuentra bien, y su niña?- dijo mi madre. Era el padre de la pelinegra. Pero qué había pasado con la pelinegra, mi mente proyecta el recuerdo de mi pesadilla, la chica Becker tirada en el suelo muerta. Abrí mis ojos y miré a mi madre . 

- estaba muerta?- 

- Ella está bien, recuperándose..- dijo el padre la pelinegra. En ese momento respire de nuevo. No la conocía pero había imaginado que había muerto y no deseaba presenciar eso.

 - Jake?...que te recuperes..- dijo el Sr.Becker. Solo le dirigí una mirada vacía,  El hombre salió de la habitación y me quedé pensativo. 

- ¿Qué ha sucesido, madre?- pregunte. Ella solo sonrió y se sentó junto a mí en el sillón cerca de mi cama.  Cerré los ojos y mi mente me trasladó de nuevo a aquella pesadilla, luchaba por salir, pero no sabia como, me pinchaba el brazo para poder despertar. no había caso, mi cuerpo no reaccionaba, si mi cuerpo no reacciona..yo..estoy...

La idea de estar en ese lugar hasta no saber cuando me mataba, me acurruque en donde estaba, pensaba en salir de allí, lagrimas saliendo de mis ojos y toda mi anatomía temblaba, de improvisto una oleada de agua llegó, me levanté del suelo, no veía nada, pero a la vez lo veía todo. No entendía, mi mente esta jugando conmigo, el piso lleno de agua, era todo un gran charco inmenso, camine y camine, solo lo hacia por curioso, mi cuerpo no sentía nada, todo aquello era psicológico, todo pasaba en mi mente, y eso era lo que mas temia, mi mente sabe todos mis miedos, terrores, mis debilidades. Puede hacer lo que quiera mientras no esté mi cuerpo consciente. 

El agua bajaba a medida que iba avanzando, mi brazo estaba completamente hinchado por todas las veces ya que me lo había pinchado. Seguía haciéndolo. Tenía una pizca de esperanzas.

 Aun en mi camino de despertar y mis piernas llevarme hacia la infinita nada sentí una unñas rozar mis rodillas. Me quedé quieto, estaba paralizado. 

No..no..no

 Las uñas me empezaron a cortar toda mi anatomia. No había sangre, no había marca, pero dolia un monton. Me tire al suelo rendido por el dolor. Tenía una jaqueca terrible en ese momento. 

Luego de un instante sentí como esas uñas me arrastraban. Ya no me importaba en absoluto. Sabía que debía ser fuerte y pelear , pero mi mente era más inteligente que yo. Mi mente sabía todo sobre mi. Y una parte de mi prefiere estar allí ... sin nadie, solo pesadillas y dolor.

 Era una forma de percibir la vida para muchos. Pero esa era mi forma de vida. 

De un instante a otro las uñas se clavan en mi pierna. No pude resistir el dolor , pero no podía gritar. De qué sirve gritar, si nadie vendría por ayuda?

 La Bestia me dejó tirado como un trozo de basura . no sabía que quería de mí, solo llegaba y me hacía daño.

piensalo un poco mas 

- Como todas las personas que entran a mi vida..- 

De un momento a otro mi cuerpo reaccionó. Abrí mis ojos y vi los ojos de mi madre. Mis uñas estaban rojas y mi pierna tenía rasguños, mi antebrazo estaba rojo. Mi cuerpo había estado activo mientras la pesadilla. Mire a mi madre y solo salieron lágrimas, no quería volver allí. No quería volver a dormir, pero eso no dependia de mi...

creo

MoonligthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora