CAPITULO TRES.

4 0 0
                                    

Keyla Cromwell.

Luego de unas horas aproximadamente hablando de todo lo relacionado con el tema del abuelo y como nos íbamos a manejar logramos llegar al acuerdo de que hablaríamos primero con mi padre y a partir de ahí haríamos un plan.

Pues, entendimos que la situación del abuelo puede empeorar y ahí tendríamos que prepararnos todos.

Había hecho que mis hermanos entendieran la situación y mejor aún apoyaran a los abuelos, ellos mismo habían decidido ir a visitarlos para saber la real verdad de todo lo que está pasando antes de que decidiéramos hablarlo con nuestros padres, haríamos una reunión familiar, debíamos encontrar la solución más correcta para su enfermedad. Lo cierto es que ninguno quería perderlo tan rápido.

A demás yo sé con exactitud sobre eso de pasar tiempo en un hospital, que te realicen exámenes, pruebas, medicamentos, tratamientos y reposo, entendía lo que a mi abuelo le tocaría con todo esto y estaría con él apoyándolo como él lo hizo conmigo en un inicio.

Salgo de mis pensamientos y vuelvo mi concentración a la mesa.

—ahora toca la parte más difícil

—¿cuál? —hablan al mismo tiempo, lo que me causa un poco de risa.

—llamar a Ámbar y avisar que ya llegué.

La cara de los chicos me lo dice todo, va hacer la tarde más larga de mi vida.

—oh suerte con eso.

—gracias la necesitaré para hoy—veo que los chicos se empiezan a parar y me pregunto si me van a dejar sola con esa loca. —¿se van chicos?

—Si hermosa e iremos hacer unas cosas pendientes que tenemos y no queremos molestar la salida con Ámbar, aparte tenemos que seguir hablando de esto, nos queda pendiente.

—está bien, nos vemos en la casa— al final los chicos se fueron, hay algo con lo que mis hermanos están actuado sospechoso, me di cuenta el día de ayer cuando dejaron de hablar en cuento entre al comedor.

Por ahora no le tomaré mucha importancia me relajaré y disfrutaré de la tarde. Porque está tarde dos chicas que son mejores amigas y no se habían vista en casi hace tres semanas por temas familiares y que había acordado para pasar toda la tarde en el centro comercial.

si admito que al principio yo tampoco estaba con todas las ganas de querer ir, pero es mi amiga, mi hermana de otra mitad, a ella no le podía decir que no.

En cuanto a la llamada de Ámbar no falto su grito por su parte y unos cuantos insultos por no avisar, lo bueno fue que en cinco minutos estaría aquí así que no tengo mucho que esperar porque créame esa mujer detrás de un volante puede ser tu peor pesadilla. Parece una loca desquiciada manejando.

Salgo del lugar en el que estoy para ir a la entrada y buscar a mi amiga, por suerte ya lo chicos habían pagado todo y solo quedaba retirarme

—¡AHH! — fue poco para quedarme sorda completamente y con un ataque al corazón por el susto.

—¡Diablos Ámbar! casi me matas del susto

—Te extrañe demasiado amiga, no te imaginas la falta que me hiciste y los cuentos que te tengo, creo que podemos durar hasta mañana ¿tienes tiempo mañana? o espera ¿Cómo te fue en el viaje? ¿Cómo están todos por allá? ¿me trajiste galletas de que la abuela?

Y he aquí mi queridísima amiga, mejor dicho, mejor amiga, Ámbar Ramírez. Sus preguntas son lanzadas como bombas en plena guerra a punto de estallar.

—¡Ámbar Cálmate!

—ok, ya me calmé.

—y respondiendo a tus preguntas, si mañana tengo tiempo para que sigamos, pero sí de igual te vas a quedar en mi casa a dormir hoy, las galletas están en la casa tenemos que ir por ellas y bueno todos estamos bien, aunque el abuelo está un poco decaído, pero eso es una historia aparte que te tengo que contar.

— ¿todo bien? ¿algo que deba preocuparme?

— Por ahora todo en orden, después te contaré

—oh bueno entonces esperaré

—¿Quieres hacer algo aquí?

—bueno ahora que lo mencionas puede que quiera comparar algunas cositas...

*************************************

Terminamos de pagar las ultimas prendas de ropa que Ámbar decidió comprar, porque esas "cositas" que ella se refería era comprar la mitad del centro comercial, literalmente cada una lleva más de 4 bolsas en cada mano y como pesaban, lo bueno de todo esto que ya habíamos acabado podíamos irnos a casa.

Todas estas compras se debían a que el lunes teníamos universidad y ella cada año compra ropa nueva para empezar bien el año, según ella, salirse de las cosas viejas trae buenas vibras para el nuevo año que empieza, yo principalmente no veo lógica alguna para eso, pero que le podía decir. Entre ella y yo ella estaba más loca y le faltaban más tornillos.

En el camino a casa fue peor, quien se iba a imaginar que dos locas iban cantando a todo pulmón las canciones que pasaban en la radio y que reían como focas retrasadas, nadie supongo.


************************************

~ Sin más nada que decir se despide angelito0109 ~

Besos.

No tengas miedo de Amar.    (/ Reescribiendo/ Nueva versión/)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon