Capítulo 2: Que me parta un rayo.

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El frío se cuela por la ventana de mi habitación, jalo más la manta y me cubro hasta la barbilla. Suspiro de gusto ante el calor, para ser términos de Enero aún se siente el frío de Diciembre. Gruño mientras paso los canales en la televisión, en cada bendito canal tiene que salir algo sobre el día de San Valentín.

No es que odie la fecha ni nada por el estilo, pero es que verlo a cada rato es tan irritante, ya me fastidie de eso, sin mencionar que en la escuela están igual, todo el lugar está lleno de cartulinas sosas sobre el amor y la amistad, tantos corazones, rosas y cupidos colgando del techo de la escuela y la brillantina esparcida por todo el lugar, en serio, alguien debe de detener al comité de babosas que se encargan de hacer parecer a la escuela un foquito de navidad.

El timbre de mi teléfono me saca de mis pensamientos. Lo tomo de la mesita de noche mientras me siento en la cama, es un mensaje de Nora.

De: Cabeza de zanahoria.

¡Hola, Kai!

Lamento comunicarte que tienes que venir AHORA al instituto antes de que se haga más tarde, como castigo tenemos que limpiar la cafetería (lo que ya sabias, pero te haces) y también la biblioteca :') así que saca tu trasero de la cama y ven ya... antes de que te mate a golpes.

Te quiero, amiga.

En serio esta chica puede pasar de maniática agresiva a niña dulce vomita arcoíris, un día de estos en serio creo que me va a golpear, las dulces y amigables son las peores, ya lo sabré yo.

A bostezo y me levanto de la cama haciendo mi camino al baño para poder despabilar, prefiero pasar el rato con las chicas y los animales de granja (los chicos) antes de tener que estar en casa ahogándome en mi soledad. Abro la llave de la ducha esperando a que el agua tenga la temperatura que me gusta, saco mi teléfono de mi pantalón del pijama y decido jugar un poco con Nora.

Para: Cabeza de zanahoria.

¡No me pienso levantar de la cama solo para levantar restos de comida del piso! Ni loca hare eso, así que, mejor me cuentas luego como te fue. ¡Barres bien el piso, chacha!

Suelto una carcajada al momento de enviar el mensaje, me dedico a cepillar mis dientes mientras espero la llamada de una muy agresiva Nora, cierro la llave de la ducha y sigo esperando. Al momento de que termine de cepillarme y ya casi lista para entrar a la ducha, escucho el tono de llamada de Nora y riendo le contesto.

—Aquí línea caliente, ¿en qué le puedo servir? —contesto.

—No estoy para bromas, Kaily Zoe Samuels —me gruñe, eso me hace soltar otra carcajada—. En serio, tienes que venir, Kai, por favor no me hagas aparecer en el periódico como la chica que mato a su mejor amiga a golpes, no me hagas la mala del cuento.

—Nora, amiga, tú ya eres la mala del cuento, acuérdate de esa obra de la secundaria en donde sales de bruja que se come a los niños —rio al recordar ese momento, Nora no le hablo a la maestra de teatro como por tres meses por el motivo de haberle dado semejante papel, y eso de que también le puso una calificación de menos cuatro en la evaluación de maestros—. Además, me amas, tu mundo gira alrededor mío, soy muy importante en tu vida.

—Kai, en serio, no me dejes con ellos sola, no lo voy a soportar, puedo matar a palos a alguno de ellos, y la verdad no quiero que mi mamá me visite en la cárcel.

El Club de las Feas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora