𝐏𝐫𝐞𝐟𝐚𝐜𝐢𝐨: 𝐌𝐚𝐫𝐠𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬

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Estaba en algún lugar desastroso. Era horrible y olía aún peor (musgo y humedad) traía malos recuerdos del pasado. Abre los ojos y ve, atrás de una delgada capa de humo que le estorba, una sombra que le recuerda a...

¿Mamá?

Pero no, no es ella ni nadie más, solo es alguien nuevo entrando, uniéndose al círculo amontonado que se forma, todos apegados a las paredes e igual de despistados que Luz.

Las drogas hacen efecto, pero recuerda, con poca consciencia, que dijo a Willow:

ー Me siento mal... conduce tú.

Y Willow le respondióー: ¿Tú crees estar mal? Deberías estar en mis Merrell 's. ーEra una marca, una marca de zapatos, los favoritos de ella según tiene entendido porque nunca la vio con otros diferentes. Los mismos. Gastados. Casi sin color ocre y desbastados de las suelas.

Esa marca de zapatos era de nombre gracioso. Luz estaba drogada, y si algo le resultaba gracioso se reía, tenía el derecho.

Aquel cigarro que rotaba entre todos terminó de nuevo en sus manos. El olor a humedad fue sustituido por el humo, con un aroma algo dulce, sabía que ese pensamiento era simplemente por la fumada que dio, en realidad la marihuana olía peor que la humedad.

ー No me jodas ーle dijo luego de dar una calada profunda, pasándole el cigarrillo a Willow y viendo como ella ahora era la que fumaba, soplando el humo a su cara y tosió por esa acción mal intencionada, pero luego continuóー, Eda va a matarme si llego tarde.

ー ¿Quién? ¿La tutora? ーWillow la observa, pasando el cigarrillo a otra persona a su lado. Estaban en un sótano de un buen proveedor. Aunque esa planta sea "legal" en esa pequeña parte del mundo, Luz no se confía lo suficiente, así que siguieron a un par de drogadictos hasta esta casa abandonada, una de muchas en un barrio tan jodido como ese. El olor a humo de cannabis era claro. Los policías pasaban de vez en cuando y no prestaban atención. Por supuesto, ahora drogarse es legal, solo con marihuana, sí, pero drogarse es drogarse.

ー Ajá, mi tutora. ーContuvo la respiración por un segundo. Su cabeza cae a la pared e intenta acomodar su beanie rojo de forma cómoda para no sentir el frío y sucio concreto que se deshace por el tiempo y la falta de arreglo. Willow ríe, también tiene derecho a hacerlo, pero parece incluso más consciente que todos en ese sótano.

ー Que se joda, es mejor que llegues tarde a que llegues oliendo a cannabis. ¿No crees? ーSe levanta al ver a unas personas peleando por el cigarrillo al frente de ellas, al parecer uno estuvo dando muchas caladas y acabando todo el contenido. Vaya idiotaー. Tenemos que irnos, Noceda. ーEstira una mano hacia ella, y Luz la toma porque, aunque su orgullo le diga lo contrario, sabe que no está en sus cabales para poder levantarse por sí misma.

Todo se siente extraño, es como vivir sin preocupaciones. Si Willow le decía que Eda había llegado y que estaba muy, muy, molesta, seguro Luz la habría mandado al cuerno y diría que quería conducir....

ー Willow... quiero conducir. ーElla se rio de su amiga por un momento, la estaba cargando mientras subían las escaleras de madera desgastada y suelta. Con una mano acomodó sus lentes, intentando no soltar a Luz.

ー No, nos matarás y luego no podremos entrar a Hexside.

ー ¿Cómo llegaremos a casa? ーTitubea un poco al caminar, sube su pierna derecha creyendo que hay otro escalón al frente, pero ya estaban en la planta principal. Willow carcajea al ver que Luz se asusta por un momento cuando su pie no toca el escalón invisible.

ー Tranquila... yo manejo. ーTermina con su charla un gran hombre que las detiene justo en la puerta. No es policía, mucho menos alguien que entre en el canon de "normal" Es alto, calvo y tiene tatuajes por todos lados. Su mirada es seria y casi aterradora... muy aterradora; un estereotipo de tipo callejero.

La Hora del Cambio [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora