Año de amor.

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Nunca pensé que este nuevo año sería un total desastre.

Enero

Las fiestas nunca me habían agradado del todo. Para mí, las fiestas eran una perdida de tiempo. Pero esa noche, algo me hizo cambiar de opinión. Algo hizo que valiera la pena.

Hidan me había insistido en que lo acompañara, y como no tenía de otra, acepté acompañarlo sólo por unas horas.

—Dei, en serio, quédate más tiempo, todavía no empieza lo divertido —me dio un golpecito en la espalda, y con la palabra "divertido" ya sabía a lo que se refería—. Vamos, es la fiesta de año nuevo que organizaron los del otro grupo, ¡diviértete!

—Hidan, sabes muy bien que no me gustan las fiestas.

—Y dale con eso. ¿Nunca te has divertido de verdad en una?

Negué. Para evitar una charla emocional con Hidan, decidí ir por algo de beber, sólo esperaba que hubiera aunque sea una bebida sin alcohol. Y claro, como era una fiesta, donde claramente a nadie le importa que pasaría si se ponen astrales, obviamente no había ninguna bebida sin alcohol.

Busqué algo con que bajar la bebida, pero no encontré nada. Y yo ya me encontraba enojado.

—Maldita sea, no hay nada sin alcohol  —mascullé.

Había gente por todos lados, unos ya estaban demasiado ebrios, otros seguían en su estado normal, también el ambiente estaba algo abrumador para mí, eso me comenzó a desesperar. Y yo lo que quería era irme ya de una vez por todas.

Como no traía nada conmigo me dirigí hacia la puerta, ya después le enviaría  un mensaje a Hidan diciéndole que me sentía mal y decidí irme a casa.

En mi camino, choque con un tipo, haciendo que casi le echara bronca por pensar que iba ebrio, pero al parecer no era así.

—Perdona, no te vi. Estaba algo apresurado por irme, estas fiestas cada vez son más aburridas —el chico habló.

—Oh, sí. Tampoco te vi, al igual que tú, estaba apresurado por irme.

Por las luces de colores no pude distinguir su color de cabello, mucho menos el de sus ojos.

—Ya que estás de paso, te acompaño. Esto está del asco.

Sonreí divertido por lo que dijo.

Salimos del lugar y por fin sentí el aire fresco. Pude observarlo bien, era un chico pelirrojo y ojos ¿marrones? Aún no podía apreciar del todo bien sus ojos.

—¿De que grupo eres? —Inició conversación el chico que ni siquiera sabía su nombre—. Yo voy en el C.

—Soy del grupo A.

—Ya veo, por eso no te reconozco.

Comenzamos a caminar entre las calles oscuras con poca luz.

—Soy Sasori. ¿Tú eres...?

—Deidara.

—Bien, Deidara. Soy yo o me parece que tú eres un gran conversador.

Mini Historias [SasoDei]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora