Fiesta.

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-Vamos, te divertirás un rato -ofreció el más alto. En la semana le había contado su amigo que el fin de semana no sería la gran cosa para él. Tal vez solo ver películas o leer un libro pendiente, o cualquier otro tipo de cosa que lo entretenga.

Ir a una fiesta no era su plan de fin de semana; sin embargo no podía negarse a tal invitación, ya que no había nada por hacer.

Aceptó. No tenía ni la mínima idea de quien era la fiesta ni cuál era el motivo. Tampoco le dio importancia. Distracción era lo que más necesitaba.

Llegaron al lugar de la fiesta. Desde lejos se podía escuchar la música, claramente un tipo de música totalmente ambientado para una fiesta de fin de semana donde podrás perder la noción de cualquier cosa y pasarla de lo mejor.

-En un rato entro, estaré por ahí -señaló el patio donde había varios arbustos con pequeñas flores, el césped era bellamente verde.

-Bien, avísame si sucede algo -respondió el otro.

Metió sus manos a los bolsillos de sus jeans y comenzó a deambular por la parte trasera de la casa.

Había gente por todos lados, unos bebían, otros estaban adentro bailando de esa espectacular música, y sí, tenía unas tremendas ganas de bailar, pero no se sentía de ánimo para estar bailando.

Pasó buen rato ahí solo hasta que él decidió entrar por algo que beber. Esquivó a las personas que bailaban o se empujaban.

En la cocina había vasos por doquier, unos ya vacíos y otros aún con contenido, tomó uno nuevo y sirvió un poco de refresco de limón.

Las bocinas seguían tentando a la gente a seguir bailando con esa grandiosa música, y esa música también le encantaba, quería bailar, de verdad lo quería hacer, pero hacerlo solo no le agradaba, y sus ánimos menos.

Volvió a salir y se sentó en el pasto.

Observaba de forma atenta a los que estaban en la pista de baile. Luces de colores, gritos de emoción y gente bailando al compás de la música.

-Hola, ¿quieres bailar? -Una voz desconocida hizo que su vista pasara de la pista de baile a ver un chico rubio.

-¿Disculpa? -contestó bastante confundido. Aunque la propuesta no era tan mala.

-He dicho si quieres bailar. Hace rato llevas viendo la pista de baile, creo que quieres ir allí pero no te atreves -señaló la pista.

Por dentro estaba un poco avergonzado porque lo habían descubierto.

-¿Sí o no? -La mano del chico ya estaba extendida.

Por un pequeño instante dudó, al final, tomó de su mano para poder levantarse.

-Entonces -habló él -. ¿Me has estado observando?

Miró de reojo al rubio y había un leve rubor.

-Sí... -contestó apenado-. La verdad te he estado observando desde que estabas ahí esperando no sé qué y mirabas a la pista de baile, ¿sabías que tu cabello es bastante atractivo?

-Em, ¿gracias?

-¿No entendiste? -El pelirrojo negó-. Te estaba diciendo que te miraba porque eres atractivo.

-Oh -ante su comentario no sabía que decir y por impulso soltó una risa nerviosa-. Sinceramente no sé que decir ante eso.

-Solamente bailemos y hagamos de esta noche una buena comedia romántica, ¿bien?

-¿Bailamos?

El rubio sonrió, agarrando la mano del pelirrojo para llevarlo al centro de la pista de baile.

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2022 ⏰

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