2

2.9K 411 44
                                    

Izuku estuvo sentado por media hora en la oficina, durante ese periodo, noto como el hombre recibía múltiples llamadas de aparentes quejas por los productos.

"Disculpa el alborotó, estos nuevos villanos que se reusan a que les tomen medidas y ahora se quejan de que les queda grande o pequeño." Decía el hombre frente a él acomodando sus papeles. "Bueno el hangar 3 está libre, la señorita te llevará hasta allá." Agregó mientras la secretaria entraba a la oficina. "Eres nuevo, así que dos consejos: No nombres y No te quites la mascara. Somos los número 1 en cuanto a la privacidad de nuestros clientes."

Izuku asintió, colocándose la mascara para después dar una leve reverencia y salir de la oficina detrás de la señorita. En su camino al hangar, noto la magnitud del lugar donde se encontraba, no podían estar en el mismo edificio al que habían tocado.
Llegó al hangar 3, siendo este el único que tenía las puertas abiertas. Un hombre de avanzada edad lo esperaba, el peliverde recibió un seña de la señorita y entro en el hangar, el cual cerró las puertas una vez detecto que el chico había entrado.

"Sangre nueva, algo para hacer el día un poco entretenido." Comentó el hombre observando fijamente al joven. "Durante la sesión me llamaras 'medidor', tú ¿tienes algún nombre clave?"

Izuku había pasado toda su infancia pensando en algún nombre de héroe, pero pronunciar alguna de sus opciones de ese entonces lo averganzaba a más no poder.
"Es mi primera vez..."

"Te diré 'firstman' es más corto. Ahora estira los brazos, empezaré con mi labor."

Izuku suspiro decepcionado por el nombre clave que le había tocado, abrió sus abrazos a los lados obedeciendo al 'medidor', noto como su mirada se quedaba fija en él.

-Sus ojos tienen heterochromia, quizá ahí albergue su quirk- Pensó el chico, esperando alguna instrucción. De pronto las manos del hombre se volvieron una cinta métrica.
- ¡¿Eh?!

El hombre ignoro la expresión del joven y siguió con su labor, cada extremidad del chico fue analizada en su largo y ancho. Lo guío a una zona que se encontraba dividida por un cristal sumamente grueso.

"Toca las pruebas de quirk, por lo que leo en el expediente, no está registrado en el sistema del gobierno. ¿Alguna percepción o descripción de este?"

Izuku miraba sus palmas, aún no podía usar su quirk a voluntad. Lamentaba que no pudiera controlarla pues seguramente el hombre frente a él se burlaría.

"Aún...aún no domino bien mi quirk...pero creo es pyroquinesis."

"¿Lo despertaste apenas?" Preguntó el hombre mirándolo fijamente. El peliverde solo asintió. "No lo veas como algo ajeno a ti, piensa en esto como una extremidad más, si levantas un brazo trata de activarlo, si caminas trata de activarlo. Es lo que lo niños hacen y por eso a tu edad les es de lo más normal usarlo." Comentó señalando la zona donde el chico debía estar para la siguiente prueba. "Ahora libera tu quirk por completo, no pienses en las consecuencias."

Izuku camino hasta el lugar marcado, estiró ambos brazos hacia delante y pensó en las llamas saliendo de estos, enfoco toda su capacidad mental en dichos pensamientos y para sorpresa de este una llama de aproximadamente 5 metros de largo salió. El calor en la habitación era considerable, la sorpresa del chico era notoria, sus expresiones revelaban su felicidad.

-El alcance y cantidad que tengo, se han visto mejoradas, ¿Se debe al pensamiento paralelo? Puedo pensar en esto y las flamas no se ven interrumpidas, no hay intermitencia en su generación.- Pensó alegremente, antes de que sus pensamientos siguieran con el análisis como acostumbraba, el 'medidor' lo trajo de vuelta a la realidad.

Héroe OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora