Amor de Agentes

Capitulo 33

Al otro día Santana se despertó por estar sola en la cama de madrugada y no tuvo tiempo ni de preocuparse que escuchó los ruidos de la rubia proveniente del baño, así que se levantó corriendo y se dirigió hacia ahí donde vio a la rubia arrodillada frente al inodoro vomitando.

—Britt-Britt— Santana se arrodilló a su lado para sostenerle el pelo y acariciarle la espalda— ¿Por qué no me despertaste?

—Solo me había levantado a tomar agua— suspiró.

—¿Te sentis bien?— le dió un beso en la cabeza.

—¿Me veo bien?— contestó enojada— No, perdón no quería hablarte así— se dejó caer sobre la latina y comenzó a llorar.

—Ey, está bien— susurró acariciando su espalda— Está bien. Vamos que te lavo los dientes y volvemos a la cama.

Luego de volver a la cama y que Britt cayera en un sueño profundo, la latina se quedó despierta abrazando a su rubia sin poder dormir, preocupada por el estado de su novia.
Cuando la rubia por fin despertó lo hizo porque sintió que alguien le acariciaba el vientre y lo primero que vio fue a su chica mirándola con una sonrisa en la cara totalmente embobada de amor, aunque claramente cuando britt abrió los ojos Santana fue más rápida y sacó su mano de donde la tenía, para ahora acariciarle la cara.

—Buen día, preciosa— dijo Santana dándole un beso en la frente— ¿Dormiste bien?

—¿Con la hermosa latina que duerme a mi lado como no hacerlo?— sonrió y la atrajo hacia ella para darle un beso cargado de pasión— Buen día, San.

—Necesito que me saquen los puntos ya— se quejó Santana dejándose caer en la cama haciendo que Britt carcajease— Si, vos reite.

—¿Tenes que ir a la reunión con Figgins, no?— preguntó la rubia y Santana asintió— ¿Te molesta si no te acompaño? prefiero quedarme en la cama e ir después al médico.

—Entonces me quedo con vos— contestó abrazando a Britt y escondiendo su cara en el cuello de la rubia.

—Tenes que ir, San— respondió riendo.

—No.

—Si— sonrió— Estoy bien, anda.

—Es que te voy a extrañar— murmuró en su cuello.

—Sos una bebé— rió la rubia— Anda, San. Si te llaman es porque te necesitan.

—¿Segura? voy ahora y vuelvo rápido ¿Queres?

—Cómo quieras, amor.

—Decile a Hanna que venga y se quede con vos por si necesitas algo.

—Nono, si lo hago tengo que contarle que estoy... bueno...

—Está bien— suspiró— Prometo volver rápido. Desayuna— le dio un beso tierno en los labios y se levantó para ir a ducharse.

Salió de la casa y se dirigió a la agencia donde antes de pasar a ver a Figgins fue a ver a su equipo quién la recibió para abrazarla y darle la  bienvenida de nuevo, lo que ella agradeció pero negó el volver tan rápidamente.
Luego fue a ver a Figgins quien la estaba esperando en su oficina.

—Señor— habló Santana.

—¡López! me alegra volver a verla y que esté bien de lo sucedido— le señaló la silla para que se siente.

—Gracias, Señor Figgins.

—Ay por favor, solo dígame Iqbal— hizo un gesto con las manos restándole importancia.