Amor de Agentes

Capítulo 8

Santana salió a toda prisa de la casa de los Pierce y se dirigió en su auto hasta el edificio de la CIA para hablar con la directora Sylvester cara a cara. Mientras estaba dirigiéndose hacia allí le dijo a sus compañeros que le avisen al director Schuester que el sería el siguiente en la lista de Santana para visitar.

—López, Will dijo que antes de que vayas a ver a Sylvester vengas a hablar con el— dijo Zapata.

—Tarde, ya estoy entrando al edificio— se bajó de su auto— Santana López. FBI— mostró su identificación al seguridad— Vengo a hablar con la directora Sylvester.

—No está disponible en estos momentos.

—Dígale que estoy acá y usted va a ver como si lo está— dijo Santana de mala manera y el hombre la dejó entrar— Idiota— murmuró y se dirigió hacía la oficina de Sue.

Sin siquiera tocar la puerta entró y lo primero que vio fue a Emily hablando con la directora, así que supuso que Hanna ya las había puesto al corriente de su visita.

—Agente López— Sue se levantó de su asiento y le tendió la mano— La estábamos esperando.

—Es agente especial. Y me parece perfecto. Entonces sabe muy bien el motivo por el cuál estoy acá— dijo seria— Y quisiera que me lo explique.

—Sentate Santana— habló Emily.

—No recibo ordenes suyas, ni de nadie Agente Fields— dijo aún mirando a la directora— Vengo a saber porqué la CIA se mete en asuntos del FBI sin siquiera notificarnos— miró a Emily— En MIS asuntos.

—No son TUS asuntos. Son de seguridad nacional.

—Fields, retirese. Déjeme hablar con la agente López.

—No te creas superior Santana— dijo antes de retirarse— Porque no lo sos.

—Idiota— volvió a murmurar mirando por la puerta que salió su hermana— ¿Entonces?

—López, discúlpeme por no notificarle a usted, aunque su director lo está. Nosotros no intervenimos en su caso, solamente ayudamos a una agencia internacional que prefirió la ayuda de la CIA antes que la del FBI. Estamos de apoyo.

—¿Que agencia?

—Es clasificado. No trabajamos en conjunto con ustedes, no puedo decirle nada. Si puedo contarle que solamente dos agentes nuestras están ayudando a la otra agencia, y como ya descubrió son Fields y Marin.

—Quiero saber con quienes están trabajando y que averiguaron— alzó la voz— Este es mi caso Sue, no de ustedes.

—Ya le dije, no es nuestro caso. Estamos de apoyo.

—¿Apoyo a quien?— preguntó alzando la voz— Necesito estar preparada para saber en que momento la CIA va a volver a arruinar un caso mío.

—No puedo contarle, a no ser que acepte nuestra ayuda. Mire, le ofrezco que Fields y Marin trabajen para usted lo que dure el caso. En cuanto supe que ibas a estar al mando del mismo, hablé con la persona que nos contactó para preguntarle si en algún momento podríamos colaborar con ustedes, dijo que sí— dijo Sue y Santana rió sarcástica.

—Claro que no. Quiero las sucias manos de sus agentes fuera de mi vista— se dirigió a la puerta— Lo digo en serio Sue, no voy a trabajar con esta agencia.

—Pedile una copia del archivo a tu director. Ahí está la información de quienes nos pidieron ayuda y todo lo que tenemos del caso. Pero solamente léelo si vas a aceptar a mis agentes en tu equipo.

—No.

—Es tu mejor opción López. Mis agentes son buenas, con vos, tu equipo y Rich, en un pestañeo Evans está tras las rejas.