𝓑𝓾𝓬𝓴𝔂 𝓑𝓪𝓻𝓷𝓮𝓼

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Delacroix, Louisiana
2023

La brisa acariciaba mi rostro liberándolo de mechones sueltos, escuchaba perfectamente como el oleaje del río golpeaba contra la tierra, era un sonido bastante fuerte, más que el motor de la motocicleta donde estaba sentada, alzo ligeramente mi rostro hacia el cielo entrecerrando mis ojos por el brillo del sol, sonrío ampliamente por la sensación de libertad y calma, escucho una pequeña risa que me hace concentrarme nuevamente en el camino, en un instante la velocidad de la motocicleta aumenta asustándome por aquella sorpresa, me veo obligada a enredar mis brazos en la cintura de mi acompañante, su risa no se escucha por las revoluciones del motor, pero siento su cuerpo vibrar bajo mis manos. 

Niego sonriente, no podía molestarme con él, doy un ligero golpe a su espalda, haciéndolo reír nuevamente y esta vez me uno a su risa, apoyo mi cabeza en su espalda viendo el río caudaloso por el que estamos pasando, poco a poco nos adentramos a la pequeña comunidad de Louisiana, los moteles de paso son los primeros que logramos ver para después encontrar un poco de carretera, kilómetro tras kilómetro encontramos más indicios de civilización, tiendas, muelles, personas. 

Algunas nos ven y saludan amigablemente reconociéndonos. 

Otros sin embargo no se enteraban de nuestra presencia al estar sumidos en sus trabajos, el pueblo pesquero habitaba a gente amigable, hogareña, no les importo que fuéramos forasteros, que no hubiéramos crecido en sus tierras, que fuéramos de otros tiempos, nos acogieron, como si fuéramos sus vecinos de años.  

La motocicleta bajó de velocidad al llegar a uno de los muelles que más frecuentábamos, baje de esta en cuanto el motor estuvo apagado y estaba posicionada en su lugar de estacionamiento, retire mi casco dejándolo en la cajonera bajo el asiento. 

—Necesita un nuevo letrero —le hablé a mi acompañante golpeando el letrero amarillo de Family Seafood. 

—Le conseguiré uno la próxima semana —respondió el morocho a mi lado tomando mi mano y caminando hacia el barco pesquero, lo observé en silencio, feliz al ver como congeniaba con la gente, recordaba la primera vez que lo había visto, furioso, irracional, perdido y sobre todo, traicionado. 

No por mí, sino por su mejor amigo. 

Pero ahora, seis meses después, era él otra vez, bueno, casi. 

Era una especie de híbrido entre su actual persona y la que conocí en los cuarenta. 

Lo que si sabía es que seguía siendo Bucky, el que estuvo conmigo todo el tiempo, mi mejor amigo, el amor de mi vida, mi Bucky. 

—Pero si son la pareja de oro de Nueva York —escuchamos la voz tan conocida de Sam Wilson. 

—La voz irritante de Louisiana —se burló el ex soldado del invierno. 

Sam negó apuntándolo —Sigue así y no te invitaré de nuevo a visitar mi hogar. 

Bucky abrió ligeramente la boca para responder, pero yo me interpuse antes de siquiera pudiera decir algo — Me disculpo por su comportamiento, no quiero perder mis invitaciones por su culpa. 

El moreno me sonrió asintiendo —No te preocupes Amelie, a diferencia de este anciano, tú siempre serás bienvenida. 

Ambos sonreímos comenzando a caminar hacia el barco, era un día de trabajo, mayormente dentro del mar para conseguir la venta del día. 


Just when I think you're gone
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Our Song | Bucky Barnes, Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora