Capítulo 4
Decimo fue mi año decisivo, tenía que hacer servicio social. los hice en la biblioteca, en las horas de descanso le ayudaba a l bibliotecario Yaneth y yo volvimos. Los dos la pasábamos bien. Yaneth practica en campeonatos departamentales. Yo siempre la poyaba, trabajaba medio teniendo para poder acompañarla.
Llego septiembre y quise tener un detalle con ella. Era mi novia, mi alma gemela y quería demostrárselo. Hice una carretera y la coloque en el tanque de agua de reserva. Unimos 6 costales los cosimos con cabuya. Compre pintura de aerosol negra y verde y le escribí en letras grandes. "Te quiero no por quién eres, sino por quien soy cuando estoy contigo" Poema de Gabriel García Márquez. Subí a la azotea espere a que el rector convocara en el patio de banderas. Había izada de bandera. El coordinador hizo un llamado a todos el alumnado a ponernos en fila por cada grado. Javier me ayudo a amarrar los extremos de mi pancarta a la voz de tres la dejamos caer. Salimos corriendo por las escaleras. Mi amigo fue donde Yaneth y le hizo mirar hacia la terraza. No la firme por no comprometerla. Me sentí contento. Yaneth me miro sonriente. Sus ojos y su sonrisa me decían que me amaba. Termino el protocolo de la izada de bandera y quedamos libres para hacer lo que quisiéramos dentro del colegio. Javier tomo un palo de escoba y empezó a tocar como si fuera una guitarra. Entonamos la canción de Enanitos verdes. "Siempre serás mi amigo no importa nada más". El coordinador y la directora de decimo estaba buscando el culpable de haber colocado la pancarta en el tanque de agua.
—Hola amor como sigues me dijo Laura, yo lo mire confundido. De repente se lanzo y e dio un beso, gracias se que tu colocaste ese letrero en el tanque. Te rete a que em demostrara tu amor y lo hiciste.
LA empuje suavemente. No logre asimilar el tamaño de problema que se venía encima de mí.
—Señor Adrián Bonilla acompáñenos a rectoría me dijo la directora de grupo.
Laura me tendió una trampa, pensé. No alcance a dar diez pasos cuando Yaneth me cerro el paso y me dio tremenda bofetada.
—Eres un pendejo de mierda. No te vuelvas a cercar. Se te acabo tu jueguito. Yo soy tu juguete.
—Señorita Yaneth Rubiano que escandalo y falta de respeto es este. El coordinador la tomo por un brazo y la llevo a la coordinación. La vi alejarse con lo ojos inundados de lágrimas. Mi mundo cambio en un segundo. En un instante era feliz y en el otro estaba siendo llevado a rectoría y mi novia quería matarme.
El rector ordeno que quitar la pancarta y como castigo me puso pintar el taque de agua.
—Hijo es muy alto ten cuidado. Yo voy a hablar con el señor rector esos no son castigos.
—Mama déjalo así, yo ya compre la pintura mañana lo pinto y todos contentos. Javier me va a ayudar.
Llegamos en mi bicicleta. Javier venia parado en los conos de las ruedas traseras y yo pedaleaba. Veníamos riéndonos. Pintamos el tanque sude en abundancia. Sentía mi buso pegado a mí. Compramos una litro de gaseosa y no la tomamos.
—Apestoso. Hueles horrible. Te convendría un bañito. Me dijo Javier.
Fui a la zona de baños. Me di un duchazo. Me vestí. Sali sacudiéndome el pelo. Yanet salía del baño de mujeres, paso por el pie mío como si no me conociera.
—No puedes creerle a Laura, no ves que el poema iba dedicado a ti. No coloque tu nombre para no tener problemas. Hubiera sabido que todo esto iba a pasar. Escribo tu nombre y el mío. Chiquita confía en mí.
—Tengo que prepararme, en quince días tengo una competencia. La abrace. Seguía enojada,
—por al tardecita voy a verte entrenar. Le dije jugando con su pelo. Yaneth se rio. Me quito la mano de su cabello y se alejó.
Enci Silva
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Mi terco corazón
Ficção AdolescenteAdrián era un joven sin rumbo, vivía la vida por vivirla, le encantaba vivir de locura en locura. De pronto todo cambia, creyó conocer la jovencita que le había deparado el destino. Su vida se complicó. Ni Contigo ni sin ti.