Capítulo 7
Se levanto y me beso. Nos besamos lentamente. No tenía mucha experiencia en el arte de amar. Me arriesgue. Le quite su blusa. Estábamos conociendo nuestros cuerpos. Era la primera vez que Yaneth estaba desnuda en mi cama.
Nos acariciamos lentamente. Le bese el cuello lentamente fue recurriendo su cuello, sus senos.
—No. no. Todavía no, podríamos esperar. Lo dijo abrasándome. la escuche llorar.
—No te preocupes. Esperaremos, no llores, no me gusta verte llorar.
—Es que yo quiero que este momento sea diferente. Quiero que nos preparemos. Yo quiero que me compres flores, que salgamos a una cita romántica y podemos terminar aquí.
—No estarás viendo muchas películas románticas. Reina cuaja como quieras. La atraje hacia mi pecho y cerré los ojos tratando de dormir. Me decidí a ahorrar para cumplir la cita romántica.
Le ayude a mi abuela a vender en la tienda. Ella tenia una tienda de artesanías. Pintamos biscochos. Llegaron unos espejos de la luna y el sol. Pintamos varios. Yo le tome varias fotos y los publique en Facebook. Después de la escuela yo le ayudaba a pintar. Poco a poco iba reuniendo mi dinero. Pensé en invitarla a un buen restaurante.
—Renacuaja y adonde quieres que te lleve a comer.
—Hamburguesas en el centro comercial.
—¿A que hotel quieres que te lleve?
—Yo quiero que adornes tu pieza, la cama que quede así con estas flores. Me dijo mostrándome una foto de una habitación adornada.
Me parecía un poco cursi. No parecía Yaneth. Tome el celular de ella y envié la foto a mi celular. Le devolví el celular sin decirle nada. La emoción de estar con ella se iba desapareciendo poco a poco. En la salida del colegio me encontré con Javier.
—Broder a dónde vas tan pensativo. Vamos a divertirnos esta tarde. Vamos al rio.
Esa tarde fuimos con Javier al rio. Me despeje la mente. Me relaje.
Mi primera vez con una mujer fue con mi vecina. Ella trabaja en la tienda con mi madre. Yo la observaba pintar, me parecía una señora muy bonita. Ella noto que la observaba mas de la cuenta. Tenia unos enormes senos. Una cintura delgadita. Era una mujer muy agraciada.
—Adrián como has crecido.
—Le parece vecina. Lo normal. Tengo quince años.
Ella me sonrió. Yo le correspondí. Javier me envió un video de porno. Me puso un Emoji de asombro. Yo le di abrir al video y empecé a ver era una pareja muy normal. Se suponía que era el vecino que venia de visita y empezaban a besarse ya tocarse. De pronto llegaba el marido y se les unía. Me emocione con el video y empecé a tocar mi miembro. De pronto me encontré disfrutando de un video, también disfrute de un buen orgasmo. Escuche golpea la puerta suavemente. De pronto se escuchó más fuerte los golpes. Me subí la sudadera y cogí el buso con una de mis manos. Fue y abrí la puerta mientras preguntaba.
—Quien es.
—Yo Gladis. Ábreme chico tu abuela me envió a llevarle el perrito que pinte ayer.
Le abrí la puerta.
—Siga le dije jocosamente.
Ella me miro a los ojos.
—Estabas haciendo deporte porque estas tan acalorado.
No le dije nada. Ella se quedó mirando mi miembro aun erecto, se notaba tras el pantalón.
—Estas acompañado, interrumpí algo. Miro hacia todos lados. Me sentí incomodo, intimidado.
—NO digas que eres tu con tu. Chico no pierdas el tiempo, en tu edad hay que aprovechar ese ímpetu. Me dijo colocándome su mano en mi entrepierna.
Enci Silva
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Mi terco corazón
Fiksi RemajaAdrián era un joven sin rumbo, vivía la vida por vivirla, le encantaba vivir de locura en locura. De pronto todo cambia, creyó conocer la jovencita que le había deparado el destino. Su vida se complicó. Ni Contigo ni sin ti.