En la radio sonaba NaNaNa de My Rhemical Romance. Me levanté de la cama y me quité la camisa de Marvel, quedé desnuda de cintura para arriba.
-Buenos di…- Jay me mira – Si llegamos tarde a clase será por tu culpa. – Se acercó a mí y me puso una mano en el costado haciéndome retroceder, me besó el cuello y bajó hasta la clavícula, me mordí el labio, crucé los brazos por su nuca y salté sobre él, me agarró por los muslos y me miró. Sonreí y me devolvió la sonrisa. Pero no una sonrisa normal, si no esa sonrisa. Esa sonrisa de te lo daré todo, y te va a encantar, esa mezcla entre malvada y adorable, esa sonrisa que solo él sabe poner.
No sé cómo acabamos en la ducha, ni como nos saltamos la primera hora de la mañana, como no nos dimos cuenta de que habían sonado al menos una hora más de canciones en la radio.
Esa mañana follamos, follamos como auténticos locos, porque si, porque queríamos, porque no teníamos a nadie que nos hiciera parar, porque nos queríamos.