Capitulo I - Voz de angel y un demonio

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'Sin tu voz caeré, no podré ilusionarme otra vez.' - P. R. Santos Fontanet

 Ryan rompio con Daniela y ahora sus amigas lo detestaban, salvo Tish, su ex, ella seguía enamorada de el pero Daniela no lo sabia. Él realmente no entendía por que las mujeres se destruían tanto, ya que a el no le interesaban los compromisos. Amaba disfrutar al máximo su libertad, y aunque les pedía de ser las novias, se daba cuenta de que no le interesaba la seriedad. 'La numero 8' dijo entre risas cuando le comentaba a sus amigos. Al día siguiente tendría una fiesta y todo iba a ser tal como lo había planeado: alcohol, drogas, chicas...o eso creía. Por ahora dormiría.

(Alice)

 La alarma sonó unas 100 veces pero al fin desperté. Mi cabello era un desastre y ni siquiera recuerdo que usé. Tomé mi té y salí volando al colegio. Mis papas se habían ido antes y mi hermano no quiso esperarme para ir, cosa que ya era habitual. Al llegar estaba Stephany esperándome en la entrada, así que juntas llegamos tarde, como las amigas de verdad lo hacen. La primer hora tuvimos Literatura y les prometo por mi nota en el cuaderno que no me dormí, o al menos lo intenté... en la pausa decidí ir a la sala de música donde realmente soy yo misma. Estaba cantando 'Let it Be' de mis queridos Beatles, cuando divise a un chico mirando atentamente por la puerta vidriada. Me inhibí y no pude seguir, pero entró aplaudiéndome y me pidió que siga. Era el idiota de Ryan McQueen, era claro que me estaba burlando, y de seguro su banda de inadaptados lo incentivaba, así que me di vuelta y me fui. 

 Stephany me dijo que habría una fiesta hoy en lo de Lima y que todos irían. Me negué tanto y ella insistió tanto que no tuve opción y acepte. No me rindo fácil, si? pero es mi amiga y quizá salir un poco no sea tan malo. No tenia idea de que iba a ponerme pero algo se me ocurrirá.

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 Llegaba la hora de la fiesta. Ryan ya había cargado su mochila y la de sus amigos con botellas y botellas, en cambio Alice aún no decidía que ponerse. Él iría en su auto, obsequio de parte de su padre para los 18, y llevaría consigo a su grupo infaltable de chicos. Ella pagaría un remis a medias con Stephany, y luego iría a dormir a su casa. 

(Ryan)

 Al fin llegamos. Lima esta enamoradisima de mi, es lógico que por eso me invito, en caso contrario no tendría sentido ya que es prima de Tish. Estaba lleno de gente, todos me saludaban, pero no me sentía genial como pensaba, y a decir verdad no se por que. Fui en busca de tragos para mi y otras chicas. Preparé Gancia con Sprite, Daniela no me quitaba los ojos de encima como si fuésemos novios, y eso me molestaba tanto. Cuando volvía distraído pensando en como evitarla, me choque con una muchacha y la empapé. 

- ¡Mis tragos!, fíjate por donde vas - Le grité mientras miraba los vasos vacíos.

- Bien, primero te burlas de mi y ahora arruines por completo mi ropa.

-No te veías tan bien de todas maner... - Dije sin pensar cuando procese la información - ¿Me burlé?

 Me golpeó el hombro con su hombro y se fue. Apenas vi su cara, y de verdad no entendía a que se refería cuando dijo que me burlé, y tampoco sabia quien era.

 Traté de olvidar esa extraña situación, así que volví a cargar los vasos y fui con las chicas pero estaban molestas por que tarde y me dejaron solo. Tome uno, dos, tres tragos en fin y la noche no iba muy bien. Pensé en fumar pero ni siquiera eso me animaba. Como ultima opción trate de conquistar a Lima pero no hubo caso, estaba deprimida por que los papas no sabían sobre la fiesta y bla bla, no iba a ser su oído esa noche ( ni ninguna otra ).

 Decidí ir afuera a tomar aire, a despejarme un poco. No dejaba de pensar en lo que dijo la chica, era como si ya hubiese conociera esa voz, ¿acaso me burle de ella en un estado inconsciente? si era así de enserio lo lamentaba. Mientras prendía mi cigarrillo, y el mismo se consumía, al igual que mis pensamientos; empece a oír la dulce voz que había escuchado hoy en los pasillos de la escuela. Provenían de una chica que no recordaba bien, pero su voz, esa voz parecida a la de un ángel era inolvidable. Decidí seguir la melodía, cuando encontré a una chica sentada en un tronco cortado mirando al cielo. ¡Era la chica de los tragos! 

-Tu voz...

- ¿Vas a burlarte de nuevo? - Seguía sin entender, hice una mueca de desconocimiento absoluto que entendió, y por lo siguiente dijo - Hoy, cuando entraste aplaudiendo, claro que te estabas burlando.

- No, no me burlaba, tu voz es lo mas hermoso que oí - Se levantó para irse cuando la tome del brazo - No te sigas escapando ni escondiendo, tienes un talento y es hermoso.

- No voy a ser la numero 9, y no me vuelvas a agarrar. - Mi boca se enmudeció, mi ojos se abrieron como se abren las flores por la mañana para contemplar el sol, solo que yo estaba contemplando el rechazo a una propuesta que jamas hice, pero que se sentía en el aire. 

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 La noche termino terrible para los dos. Ryan se fue de la fiesta en su auto solo, mientras sus amigos estaban con chicas y en estados pocos agradables. Alice, por el contrario, se fue a lo de Stephany pero no le contó lo sucedido. La realidad es que ninguno de los dejaba de pensar en ello, aunque Alice cerro sus ojos y durmió, Ryan solo pensaba.

(Alice)

-Supongo que anoche cuando te apartaste de mi lado estabas con algún chico no? - Dijo Steph mientras sonreía con complicidad.

- Si la música es un chico, y cantar es hacer el amor, créeme que tuve una noche agitada. - Me miro con desilusión y me contó de cuantos pasaron por su boca, ya era costumbre, ella es hermosa.

 Me dedique el sábado a estudiar literatura ya que iban a tomarme examen el lunes de castigo por haberme quedado dormida. Intentaba concentrarme pero no dejaba de pensar en por que Ryan me había tomado de punto para sus bromas, nunca le di motivos para que sepa de mi existencia, ni me interesaba, sabia sobre como trataba a las mujeres, y peor aun a sus enamoradas. A decir verdad somos todo lo contrario, y me alegra no formar parte de su circulo vicioso. El domingo salí a pasear con Steph y a la noche me deprimí, como todas las noches de los domingos, sabiendo que mañana seria un nuevo día, pero lunes, el peor día desde siempre.


Confesiones de un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora