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Las cuatro. Si todo va bien y ya me voy a casa, podría llegar a tiempo para poder ver el programa al que estoy enganchado, se emite a las cinco. 

Al llegar a la esquina del pasillo, me detengo, retrocediendo sobre mis pasos. Narumi sigue buscándome nervioso en las escaleras. Avanza, por poco viéndome, aunque mi velocidad al caminar le evita que coincidamos.

Que raro, Hideki-san aún no ha vuelto, ¿tendré que regresar a solas a casa? Que miedo... 

Perdóname, Maihara, será otro día. No me pienso perder ese capítulo, a no ser que ocurra un bien mayor, para nada estoy hablando de Akihiko Hiyori o la cancelación de la serie repentinamente. 

Al llegar a otro cruce, me detengo levemente al disipar a Saburo. Normalmente, no lo tomaría como una amenaza o algo similar, pero me temo que desde el partido de balón mano está demasiado cercano a mi.

Me gustaría invitarlo a algún sitio, me gustaría poder hacerme amigo suyo, seguro que es más accesible de lo que aparenta ser.

Serías un gran amigo de Oliver, olvídame y sigue tu vida con otro niño bueno, delegado.  

Camino en dirección contraria, otra vez, quedándome lentamente cada vez sin más maneras de escapar. Recurro a la salida de emergencia, como última idea que tengo en este momento. Sin embargo, me detengo al escuchar los pensamientos ajenos.

¿Dónde está Hideki-san? Tengo que entregarle estos papeles, y también estaba pensando en invitarlo a tomar algo después de las clases, se me hará tarde como no aparezca dentro de poco... 

Oh, Rumi, siempre tan angelical como siempre. Lo lamento, no tengo dinero para tomar nada ni el tiempo y mucho menos las ganas. 

Al querer ir al pasillo contrario, escucho también la voz de Oliver hablar con otro compañero, obligándome a teletransportarme al baño. 

¿Debería teletransportarme a casa ya? No, necesito los zapatos, lamentablemente. Mejor vuelvo a ver la configuración de sus posiciones, así pudiendo prepararme. 

Maldita clarividencia, no me ayudas a escapar.

Saburo, decidido, me espera en la puerta de la escuela. Narumi, buscándome y huyendo de abusones, se encierra en el casillero cerca de mis zapatos. Rumi, vete a saber como, consiguió alto ejército de simps que me buscan.

Desesperado, recurro a mi último recurso: hacerme invisible.

Empiezo a avanzar, evitando que me pueda tocar algún estudiante, cosa que me volvería a hacer visible. Agito el casillero en el que está metido Narumi, asustándolo a él y a Rumi, quién estaba cerca buscándome.

Lo siento, he esperado ese capítulo de la tercera temporada de Noragami por demasiado tiempo. 

Me pongo los zapatos, saliendo del lugar tranquilamente. Hasta que el chico de ojos ámbar, pasa corriendo, a mi lado, a demasiada velocidad, por poco haciéndome visible. 

- ¡Mi príncipe, Hide-taaaaaan! 

Noto como unos brazos me envuelven en un cálido abrazo. Me derrito ante el suave tacto, aunque sé que me hace totalmente visible. Mis mejillas se vuelven rojas, pudiendo sentir la dulzura de su tacto. 

No lleva su uniforme femenino, ya que puedo ver las mangas de la chaqueta, pero, igualmente, me hace feliz- Haru Hideki, ya lo hemos hablado: Akihiko Hiyori es un no-no, independientemente de que sea la criatura más bella y lo hayas demostrado en un trabajo de clases con setenta y siete diapositivas, su número favorito. 

- ¿Ya te ibas a casa? ¡Que cruel, ni me esperaste~! ¡Pues ya no te invito a la cita que había planeado, ummmm!

La juguetona voz de Akihiko, quién parece ser el único que me ve, llama la atención del resto. Él se aferra levemente más a mí. 

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2021 ⏰

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