Counting Stars.
No pares, sigue, aun no llegas. Sudorosa, cansada, exaltada, un salto, dos saltos. Otra milla, corre.
Inhala, exhala. Todavía no llegas al hospital.
Desespero, así le podía llamar en ese instante a lo que sentía, sabes cuando el mismo problema se repite una y otra vez no puedes dejar de preguntarte ¿Cuándo acabara? Es que acaso no llegara el momento de que todo se solucione.
Piso 12, cuarto 06b.
¡Corre!.
Mis piernas se entumecieron de tanto esfuerzo, mi respiración era una tormenta que no me ayudaba a respirar pero no podía parar, aun me faltaba un piso y la sensación de ahogo no me facilitaba las cosas.
Mi Luz por favor no te apagues.
Abrí con tanta fuerza la puerta de emergencias que choco con la pared, pero eso no me importaba, lo que me importaba era saber lo que había pasado con mi hermana.
Corría chocando con varias enfermeras y enfermos, gritando disculpas buscaba la habitación donde se encontraban ellas. Coloque una mano en la puerta, tratando de tranquilizarme. Respira profundo. Solo tranquilízate, ya estas aquí. Abrí la puerta, y con coraje apreté mi mano en forma de puño, ella dejo que esto sucedería; y lamentablemente esa mujer demacrada pálida como un papel era mi madre y se encontraba fumando un cigarrillo tranquila, volteo a mirarme sin ningún sentimiento plasmado en su rostro.
—Hasta que al fin llegas.
Ignorándola camine en dirección a la camilla, prestándole atención a Mi luz.
—¿Cómo te sientes?.
Regalándole un sonrisa tranquilizadora, una que muy en el fondo yo necesitaba.
—Mucho mejor ahora que estas aquí.
Enlazo nuestras manos, mi hermanita nunca pareció ser igual a las personas de su edad, siempre entendiendo de más.
—¿Dónde esta Alice?.—Al preguntarle sobre su gemela su semblante decayó, fruncí el ceño. No por favor, no otra vez.
—Nos vamos,—anuncio mi madre.
—¿A ella no le darán de alta hoy?
Voltee a mirarle con el ceño fruncido, ¿acaso era tan grave así?.
—Debemos hablar con la enfermera,—me miro. Yo aun con ceño fruncido, le reprochaba con la mirada.—No se a ti pero a mi me sabe este papeleo.
—A ti no te importa nadie, maldita egoísta.
Ven y cumple tu amenaza, mátame.
—Ves Allanys, no soy yo es ella.
Se hizo la inocente con un puchero en su rostro. Julie como te odio; tus mierdas nos alcanzan y aun no eres lo suficiente valiente como para hacerte cargo de ellas.
Todo quedo en silencio cuando abrieron la puerta, entrando Alice.
—¿Nos vamos?.
¿Sabes lo doloroso que son las palabras?.
Después de responder varias preguntas de lo que "realmente sucedió", mentiras o palabras a medias; como quieras llamarles igual lastiman de la misma manera. Nos encontrábamos en la casa, esperando que el llegara pero mientras Julie esperaba con ansias yo quería desaparecer de la faz de la tierra.
—Ya las gemelas están durmiendo, así que voy a dormir yo también.
Se encontraba en el sillón con un cigarrillo en la boca, y yo en el umbral de la puerta sin mirarnos.
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Contemos las Estrellas
Teen Fiction-¿Le tienes miedo a la muerte?. En su momento le pregunte, mientras que mirábamos las estrellas resplandecer a la lejanía. -¿Y tu?-, fue lo único que me respondió. -¿A caso te importaría eso?.-Mire a otro lugar, siendo lo que debía ser. Mi respues...