Cap1. Mi Mejor Amigo

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- Hoy día solo restan trecientos millones de personas alrededor del mundo- Dijo Jhon Miller, uno de los científicos de LL - Eso es muy poco en comparación a los que habitabamos la tierra en el dosmil quince, recuerdo que con mis diecisiete podía salir con mis amigos a los parques, y no corríamos el riesgo de que nuestros pulmones colapsaran; para este tiempo ya había contaminación, pero era un problema tratable, no como ahora.-  hizo una pequeña pausa y al rato agregó -Se nos había advertido claramente que fuésemos responsables con el planeta, pero no le veíamos mucha importancia; a decir verdad, no lo consideramos, no pensamos que fuera a suceder; pero hoy, aquí estamos. Tratando de salvarnos-. Frank le miro con lástima y le respondió - no te mates la cabeza, Jhon, lo artificial nunca fue mejor que lo natural, pero sé que el proyecto orbita, hará que los humanos sepamos, de nuevo, lo que es vivir saludable.- un rato después, agregó -Estas trabajando muy duro, amigo, todos allí lo están, y nos sacarán de este problema-
-Eso espero, amigo- dijo jhon con un tono desesperanzado -Eso espero...-
  -¿A que te refieres?...- dijo Frank, demostrando interés y preocupación
  -Nada amigo- dijo john y cambio el tema de la conversación con dos inesperadas preguntas -¿Cómo andas con tu problema de alcohol? ¿sigues metiendote en problemas?-.
Frank no prestó mucha atención, y se limitó a responder a la repentina duda -bien, bien, tengo terapia con ello, y me divorcié, perdí la custodia de mis hijos. Pero supongo que mientras no esté en la cárcel, estaré bien.- Jhon, le mira preocupado, y le dice -Tienes que comportarte, si no dejas de meterte en problemas... La vas a pagar caro. Créeme, yo sé lo que digo-. En ese momento Frank le lanzó una pequeña mirada a jhon, expresando en ella una pregunta como "¿qué estás insinuando?"; antes de que pudiese abrir la boca sonó la alarma del reloj digital de jhon, indicándole que era hora de ir a trabajar.

-Tengo que correr, Frank. El laboratorio está muy lejos de aquí- dice Jhon algo apresurado -No llegues tarde a trabajar hermano, no sea que te despidan- dijo Frank con un gran tono sarcástico
-Ten mucho cuidado, Frank, aún no entiendo como es que no te has ganado la cadena perpetua- dijo Jhon, con seriedad, aunque Frank lo tomó sarcástico y le respondió -Bueno, mejor corre, amigo-.

Jhon se paró de la mesa, se puso su máscara y abandonó la cafetería de la Carretera Décima; la sede en la que trabajaba, quedaba en la Carretera Primera de ottawa, osea que, debía correr Nueve Manzanas, y estaba llegando tarde.

Frank se terminó su café y pagó el de ambos, dijo para sí mismo -Claro Jhon, siempre haciéndome pagar lo que invitas...-. Se pudo su máscara de oxigeno y salió para su casa, que se encontraba un par de cuadras al lado opuesto de donde Jhon trabaja. Se tomó todo el camino para pensar... >¿Por qué esas insinuaciones sospechosas en Jhon? Me parece que hay algo que esta ocultando... ¡Nah! Lo conozco bien, Jhon no mentiría ni aunque lo obligarán, bueno, seguro que si amenazan a su familia es capaz de escribir todo un libro de fantasía< cuando iba llegando a su casa, miró el patio >Recuerdo cuando los jardines eran verdes, pues tenían vida... Hoy día ya no existen las plantas, solo las semillas que Jhon debe manipular para reproducir en la estación

Al llegar a la puerta sintió que pisó una hoja de papel, pues ese sonido que hace una hoja de papel al doblarse bruscamente es inconfundible, tenía un mensaje escrito.

Jhon trabajaba con mucha dedicación, su cargo junto a un pequeño grupo de botánicos era el de clasificar y alterar genéticamente semillas de plantas; uno de los trabajos más importantes, ya que las plantas deben estar por toda la estación espacial "Proyecto Órbita", pues, como todos sabemos, son parte fundamental para que pueda existir oxígeno en el medio ambiente. Diez horas de una larga jornada de investigación desde las siete y media de la mañana hasta las cinco y media de la tarde, y Jhon podía llegar a su hogar a compartir con lo que más quería en su vida, a su esposa Stephany Lights de treinta y cinco años, y a su hija Lilly de cinco años. Jhon era completamente feliz compartiendo su tiempo y consintiendo a ambas, pues eran lo que más le importaba en su vida, eran la razón de que él luchase, para asegurarse de que tuviesen una buena vida, y Jhon era una persona que hacia lo que fuese necesario por mantenerlas a salvo.

Al día siguiente  Jhon esperaba en la misma cafeteria a Frank; Jhon acostumbraba a tomar café todas las mañanas con Frank en el mismo lugar, allí se encontraban a las seis en punto de la mañana y platicaban sobre su día a día hasta que jhon tenia que irse a trabajar, sin duda eran los mejores amigos, pero ese día, Frank no llegó. Jhon supuso que tal vez le había llegado trabajo; Frank trabajaba arreglando coches... No tenía un horario fijo, pues trabajaba cuando llegaba trabajo. Y así fue, otro día normal.

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