*TESTIMONIO DE FRANK*.
Cuando Matt salió de su casa, inmediatamente me escondí detrás de un auto que estaba estacionado cerca, por suerte, no se enteró que yo estaba allí, se alejó y dobló la esquina; pensé que cuando salió, iría a la casa de los Miller, pero esa residencia quedaba hacia el otro lado. Llamé a Jhon para avisarle y cuando la plática de teléfono terminó, sin duda, me propuse a entrar.
Cuando mire bien en la casa, no había forma alguna de entrar, todo estaba sellado, la puerta tenía llave, las ventanas estaban perfectamente cerradas, incluso la puerta del garage estaba completamente cerrada >Mejor no entro al jardín, puede tener minas antipersona< pensé sarcásticamente >hmm... éste tipo no fue a la tienda por un bocadillo, cerró las ventanas, cortinas, puertas ¡Todo!... ¿habría estado esperando que yo, precisamente, viniese hasta acá? < No me gusta mucho hacer las cosas a precisión, mucho menos pensarlas un sinfín; así que tome una "pequeña" piedra que encontré en el suelo y rompí el vidrio de la ventana más grande, la que quedaba en toda la sala, justo al lado de la puerta, la casa era grande, tenia dos pisos >Hoy en día todos son criminales, seguro pensará que solo fue un ladrón< pensé luego de cometer el hecho.
Entré y lo primero que vi fue una sala muy lujosa, un televisor enorme; vi sobre una mesita, un anillo de esmeralda, que luego tomé y guarde >Solo es un préstamo < Dije en mi mente; >A ver, a ver... Yo, ¿A qué vine aquí? < me confundí por un rato >Ah sí, ¡A buscar pistas!< cuando me fije en mi objetivo subí las escaleras al segundo piso, lo primero que ví tras el ultimo escalón, fueron 3 habitaciones, las de las paredes izquierda y frontal, eran muy simples, tenían simples puertas, solo estaban allí, la de la derecha tenía todo un corredor para acceder a ella, lleno de llamativos cuadros artísticos, esto me llamó la atención más que las otras puertas, así que opte por la de la derecha.
>¡Con una habitación como esta, no saldría jamás de casa!< dije en mi mente asombrado, pues el dormitorio era alucinante, la cama roja era enorme, estaba a completamente cubierta de almohadas, las cuales eran muy suaves; había un televisor enorme frente a la cama, y al lado de la cama un ropero de madera muy fina, tenía unos acabados deslumbrantes, el tapete amarillo también era hermoso, combinaba todo con la pared naranja, llena de cuadros deslumbrantes y caros, esa habitación era, sin duda, un banquete visual. Pero no había nada revelador allí, así que me fui a la puerta de la mitad, solo era un baño, pero claro que era espacioso, tenia una bañera enorme, era muy cómodo; cuando abrí la puerta de la izquierda me tope con una especie de librería, estantes llenos de libros, todos de misterio y de asesinatos, era algo escalofriante y extraño, pues me hacía sentir como en el hogar de un psicópata, la madriguera de una fiera, la casa del loco, pero un libro resaltaba, lo tome, este libro era largo y argollado, era un álbum de fotos, cuando lo abrí, no encontré allí nada más ni nada menos que fotos de Stephany, tomadas desde ángulos extraños, como si la hubiese fotografiado a escondidas, ¡Es un acosador! >¿Cómo le voy a contar esto a Jhon sin que explote ni que termine asesinándolo? < me pregunte, me sentía extraño, pues veía a un gordo ricachon acosar a la esposa de mi "hermano del alma" por así decirlo, básicamente sentí que se metieron con mi propia esposa o con mi madre (digo, si alguna de las dos siguiese conmigo) cuando un olor peculiarmente familiar rodeó la habitación, salí de allí con el álbum en mano y todo estaba oscuro, difícilmente se podía ver a través >No puede ser< pensé asustado, baje rápidamente las escaleras -¡Tiene que ser una broma! - dije en voz alta, pues toda la sala se estaba incendiando >¡Ese maldito gordo sabía que estaba aquí y trató de incinerarme!< pensé furioso, rápidamente mire hacia todas las ventanas, pero el fuego no me dejaba acercarme a ninguna, no tenia opción, recordé que en la súper habitación de ese degenerado había una ventana enorme, así que subí allí rápidamente, abrí la ventana y sin pensarlo dos veces, salté.
-¡Auch!- grité, me había lastimado un pie, sentí mi rodilla izquierda crujir dentro de mi. No me podía parar, y el fuego crecía, como no caí a más de tres metros de la casa, solo era cuestión de tiempo para que el fuego me alcanzase, cuando escuche la vos de Jhon
-Frank ¿qué estás haciendo aquí? Y... ¿que haces tirado en el suelo?-
-Esto... Me duele como no... ¡Agh! No tienes idea... Estaba.... Tratando de investigar en su casa.... Y el maldito le prendió fuego a su... Le prendió fuego a su casa, seguro sabia... Que estaba allí, trató de asesinarme.... ¡Auch!-
-Pero, yo fuí quien provocó el incendio- dijo Jhon arrepentido
-¿¡Qué!? ¿trataste... De asesinarme...?- le dije furioso
-Lo siento, de verdad, no recordaba que ibas a entrar, estaba tan enojado que solo pensé en desquitarme...- se quedó callado un rato -Vamos, te ayudaré a llegar a la clínica- agregó
-Pero Jhon, ¿no tienes que.... Trabajar?- le pregunte confuso
-Estaba tan enojado que me escapé- él respondió, entonces me di cuenta de la gravedad del tema, él jamás faltaba un día al trabajo ¡Jamás!.
Me ayudó a levantar y me tomó para ayudarme a llegar a la clínica que estaba a un par de manzanas del lugar; al rato de habernos ido, aparecieron los bomberos, cerca de una media hora después de que el fuego hubiese iniciado. Yo jamás solté el álbum de fotos.
Cuando llegamos a la clínica, un par de doctores me tomaron y me cargaron a una camilla, Jhon se asomó preocupado, para ver si yo me encontraba bien y le dije
-Jhon... Encontré... ¡auch!... Encontré esto en esa casa, míralo bien- le dí el álbum de fotos y los médicos me llevaron. Lo último que vi, antes de perder contacto visual, fue a Jhon con los ojos abiertos, atónito, viéndo el álbum con fotos acosadoras de su esposa; con una mano sostenía el álbum, la otra mano... Lo último que vi fue como con la mano con la que pasaba las hojas entonaba un puño y se llenaba de rabia...
*FIN DE TESTIMONIO*.
