Responsabilidad Al Quíntuple [Gotoubun No Hanayome]

Final Alternativo #3: Y así, Uesugi Fuutarou mira hacia el futuro

Oscuridad...

Es todo lo que observo, excepto los fines de semana en los que tengo permitidos salir al patio, aunque claro. Para mí ya nada tiene color.

Llevo años con esta misma y desgraciada rutina, pero está claro que yo me lo busque. Yo mismo me guíe a este destino.

¿Pude hacerlo mejor? Sin dudas, ¿Lo hice mal? Completamente.

Mi estado mental me impedía avanzar, yo mismo cree mi propia desgracia, aún recuerdo lo que dije aquel día...

"A la mierda mi familia"

Hasta este día, sigo escuchando esa palabra una y otra vez cada que voy a dormir, no es por miedo, ni por dudas. Si no por arrepentimiento.

Uesugi Fuutarou lo hizo de nuevo, así fue mi vida hasta ese entonces, pero lo que decidí lo cambio todo. Me preguntó en este mismo instante ¿Qué a sido de cada quien en todos estos años? ¿Algo hubiera cambiado si hubiera decidido lo contrario?  ¿Dónde están ellas?.

No me atrevo a llamarlos "Familia" Porque fue algo que yo mismo tire a la basura.

¿Qué fue lo que hice?.

¿Saben?, es gracioso, ya que no lo recuerdo, o me niego a hacerlo.

Estoy loco.

— Uesugi, tiene visitas —

Observé al guardia a través de la reja con la ceja levantada. ¿Acaso dijo visitas? Nadie a venido a visitarme en los últimos....¿15 Años?.

— Debe estar equivocado — Respondí, viéndolo con una sonrisa — De seguro es la familia de Takeo —

— Takeo falleció hace cuatro años, Uesugi —

¿Oh? Es cierto, mi compañero de celda ya murió.

— Es cierto —

— En fin, se que es extraño pero hay alguien que quiere verte — El guardia abrió la celda y entro a la misma para esposarme — Muévete —

— ¿Dónde queda la sala? — Pregunté — Se que llevo años aquí, pero en ningún momento recibí una visita —

— Solo sigue recto y voltea al final de el pasillo a la derecha —

Con intriga, seguí las indicaciones que me dió el guardia. ¿Quien vendría a visitar a este imbécil?.

Si es una broma aseguro que no es nada divertido, es triste.

Al llegar a la dichosa sala, me di cuenta que había un tipo de ventana gigante que dividía ambos lados, uno donde hablaban los presos y el otro los que visitaban.

Me senté, esperando con duda a mi dichosa visita.

— Bien señorita, tiene 15 minutos para hablar con el... Buena suerte —

Eso llegue a escuchar de la nada, para que del otro lado entrara una mujer peliroja de ojos color ámbar, poseía en ella una mirada muy seria.

Se sentó enfrente de mi, observandome con ese semblante. Pero algo que note es que estaba temblando, ¿Acaso no sabe disimular?.

— Hola —

— Hola —

— Yo... Me alegra ver que estés bien, han sido quince años ¿Verdad? —

— Está siendo demasiado misteriosa — La observé fijamente, ocasionando que la mujer volteara la mirada — ¿Con quién tengo el gusto? —

— ¡¿No me reconoces?! — Se exaltó — B-Bueno, considerando el tiempo que pasó, es normal. Soy tu hija mayor, Uesugi Rena —