Ánimos
El trabajó es agotador y tanto como Rusia y México lo sabían.
Estaban artos de todo, necesitaban salir, caminar, desahogarse y demás, realmente necesitaban muchas cosas.
Rusia suspiró cansado tirándose boca abajo a la cama.
Estás muy cansado mi amorcito?~
да
Quieres salir?
Не сейчас
(Ahora no)México soltó un pequeño suspiró y se subió a la cama, se sentó a un lado del Ruso y acarició sus cabellos.
Pediré permiso para descansar toda está semana, si?
Пожалуйста
(Porfavor)Susurró cansado mirando al mexicano con una pequeña mueca triste, el mexicano le miró y acarició su mejilla y besó sus cabellos.
Andá ruru, descansa mi vida, yo iré a preparar la cena y un postre para mañana
Encerio gracias mi amor
No es nada rus
México besó sus labios y sonrió ante el abrazo del Ruso.
Siguieron entré pequeños y cariñosos besos llenos de amor.
Se separaron y sonrieron bobamente.
Andá rus, descansa
Rusia suspiró y asintió con suavidad, se acomodó y tomó una de las chamarras del mexicano para abrazarla y poder dormir mejor.
México se fue a la cocina, le llamó a ONU quién aceptó aquéllo advirtiéndole que si había algo urgente les llamaría.
México no se quejó mucho, empezó a preparar todo y le hizo un rápido postre a su marido, una rica y sencilla cena, preparó el bañó y al pasar a un lado del Ruso sonrió al verlo dormir tan cómodamente aunque babeando un poco.
Al tener todo echó prendió unas velas y fue a la habitación, despertó a Rusia quién sonrió bobamente y se estiró en la cama.
A cenar mi amorcito
Que hiciste?
Comida
Habló divertido y Rusia solo negó y río para ir con el mexicano al comedor viendo las velas y la cena, sonrió y abrazó al mexicano.
Que romántico~
Si, ya nos merecíamos un día así
Ni que lo digas
Habló de forma cansada el Ruso y besó su mejilla para así ambos ir a sentarse y poder empezar con aquella cena romántica entré platicas, alagos, besos, caricias suaves y demás.
Al finalizar comieron galletas con helado y un panecito que preparó México.
Realmente la habían pasado bien aquélla tardé casi noche se fueron a dar una relante ducha en dónde México se sentó y Rusia se acomodó entré las piernas del mexicano disfrutando de los mimos que le daba el mexicano en su cabello, hombros y cuello.
Ah~ sigue, mgh duele!~
México siguió masajeando los hombros del Ruso escuchando los miles de quejidos de su amado quién solo apretaba los ojos y lo abrazaba más.