«Tu eres mi luz, porque cuando te vi mi vida se iluminó con tus preciosos ojos»
«Tu eres mi luz, porque me comprobaste que hasta el ser más despiadado se convirtió en un hermoso ángel a pesar de ser un demonio»
Dos mundos distintos, dos vidas que oc...
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Sálvame
Tres años después
{...} Narradora
Cinco de los integrantes estaban en la guarida de La luz de esperanza, esperando a una pelinegra que los había llamado para darles un aviso importante, cada uno estaba ocupado con sus cosas.
Sila hacia trajes nuevos para la luz de esperanza ya que 2 de los integrantes estaban cambiando físicamente y con eso las prendas les quedarían chicas, Sayio pensaba en una maga que le ofreció ayuda con su causa a cambio de que ella la uniera a su grupo, Daniel estaba trazando nuevas rutas para pasar desapercibidos del clan de las hadas hasta el clan de los demonios, Arón estaba leyendo algunos pergaminos que trajo Kilia y por último Meliodas que estaba apoyado en una de las paredes de la cueva pensando en cómo decirle a Kilia que había matado a algunas Diosas para aparentar que no había cambiado nada.
Todos sumidos en su propio mundo no notaron la presencia de Kilia.
–Hola–saludo, nadie le había escuchado–Hola...–alzo un poco la voz pero nadie la escuchaba, ella infló uno de sus cachetes y carraspeo la garganta preparándose contando mentalmente "1 2 3..."–¡¡Holaaaaaa!!–grito a todo pulmón haciendo sobresaltar a los demás que recién notaron su presencia.
–¿Por qué gritas?–se quejo Arón ganándose una fulminante mirada de la pelinegra.
–Pues resulta que todos estaban en otro mundo mientras yo trataba de llamar su atención–hablo con un tono indignado y a la vez obvio mientras se cruzaba de brazos.
–Bueno, bueno que era lo que nos tenías que decir–movio su mano sin interés la pelirrosa.
–Bien...–solto un suspiro y se puso en una posición recta con una expresión seria–Hace un tiempo les dije que sería bueno tener un informante de la raza de las diosas como uno del clan de los magos, aparte de ti Arón pero tú relación con las diosas no es la mejor.–resto importancia moviéndo su mano izquierda mientras todos asintieron ante lo dicho–Bien pues tenemos a uno del clan de las diosas–salio por un momento de la cueva mientras los dejaba solos.
Meliodas jamás estuvo de acuerdo con eso luego hablaría de aquello con ella.
–Les presentó a Elizabeth–regreso con una chica albina a su lado quien miraba todo de manera curiosa.
–Es en serio ¿la princesa del clan de las diosas?–hablo con un tono molestó el pelirrubio.
–Si, ella me descubrió y se quizo unir así que la deje.–encogiendose de hombros sin darle mucha importancia ante el tono que uso el pelirrubio.
