No eres como yo esperaba
3 semanas después de la reunión
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NarradoraKilia sabía que no era la mejor idea de todas pero si quería acabar con la guerra y parar las masacres en inocentes debía hacerlo, no iba a dejar que su miedo le ganara, tenía suficiente con Mael que no paraba de preguntar sobre su vida cotidiana y amorosa, todo eso la tenía fastidiada y no le oculto su fastidio ya que jamás mentiría ese era un pecado gigante y si iba a gobernar su clan su sangre debía ser roja pura y no azul por cometer un pecado, pero bueno volviendo al tema, hace exactamente 8 días estuvo vigilando a el príncipe mayor del clan demoniaco solo esperaba que sus planes no se vieran afectado ya que llegó el día en el que iba a "atacar para cumplir con su plan".
(...)
MeliodasEl sudor caía por mi frente, mi respiración era agitada y mis corazones estaban acelerados por el cansancio y no era para menos no todos los días peleabas con dos de los cuatro arcángeles que te lanzaban ataques a cada momento dañandote causandote heridas graves pero apesar de todo una sonrisa sádica estaba en mi rostro me encantaba ver cómo sus rostros cambiaban de ego, orgullo y superioridad a uno de terror, desesperación y...dolor era un verdadero placer para mi.
Ensamble mi espada y ataque dejando cortes profundos es esos arcángeles, pasó un rato y un tercer arcángel llegó su cabello era negro y sus ojos estaban cerrados, ¿acaso caminaba dormido?
-Sariel, Tarmiel ¿Están bien?-
-Si, estamos bien hay que irnos.- acaso ¿iban a escapar? No se los permitiría.
-No los dejaré ir de aquí.-demande con mi rostro serio y de superioridad, él solo me miró con enojo y de un momento a otro ya no estaban.
-Pero que ca...-de pronto vi todo negro y lo último que sentí fue mi cuerpo cayendo al suelo.
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You are my light ╬Meliodas╬ {Temp. 1}
Fiksi Penggemar«Tu eres mi luz, porque cuando te vi mi vida se iluminó con tus preciosos ojos» «Tu eres mi luz, porque me comprobaste que hasta el ser más despiadado se convirtió en un hermoso ángel a pesar de ser un demonio» Dos mundos distintos, dos vidas que oc...