Juguemos al amor, solo tú y yo

3.2K 360 161
                                    

Mina solo miraba como Katsuki tenía su cabeza recostada en el sofá mientras tenía los audífonos puestos.

—Ojos de mapache, te contaré algo.

—Dime, blasty.

—Me gusta Icyhot —reveló hablando rápido.

Mina saltó de su asiento para acercarse emocionada.

—¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!

—Estoy jodido, me atrapó.

—Es que Todoroki-Kun es lindo y su personalidad también es linda —dijo la chica.

—Ya lo sé, es lindo el maldito —aceptó apretando los dientes.

—¿Qué más te atrajo de él? —cuestionó.

—Además de lindo, es buena persona, tierno, ¡y no sé! Cuando me di cuenta ya estaba jodido.

—Awwww.

No, nada de ese asunto era tierno, pero eso no impidió que el sonrojo llegara.

—¿Le dijiste algo sobre eso?

—De hecho, yo también le gusto.

—Uhhhhh.

—¡Ya cállate! No ayudas.

—Es que, ¿quién no se enamoraría de ti? —dijo jalando su mejilla—. ¡Pero lo importante! ¿¡Ya se declararon!?

—Eh, se puede decir.

—¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! —repetía saltando y riendo.

—No somos novios, pero tampoco simples amigos —explicó.

Es decir, se trataban un poco como pareja, pero no lo eran.

Mina dejó de saltar para poner una mano en su barbilla.

—Ni uno ni el otro —murmuró—, ¿Están intermedios?

—Ajá.

Ashido hizo un puchero por esa confirmación.

Bakugo llamó su atención señalando sus audífonos.

—¿Recuerdas que escuchó una canción en otro idioma que encontró por internet?

—Sí —respondió—, Todoroki la estaba escuchando ayer.

—Bien, me gustó y la descargué.

La rosada abrió la boca poniendo una mano en esta por la emoción.

—Ahora la estoy escuchando y no puedo dejar de pensar en él —explicó—, no sé qué dice toda la letra, así de jodido estoy.

Sí, para Bakugo sentir algo por alguien era sinónimo de joderse; eso ya quedó claro.

—Ohhh, ¿cada que escuchas la letra, piensas en él? —preguntó para asegurarse.

—Seee.

La chica miraba enternecida a su amigo.

—Ahora la estoy escuchando y el desgraciado no deja mi mente —se quejó tomando su rostro.

—Entonces sí gustas de él —canturreo.

—Pero también me siento mal.

—¿Estás confundido?

—No, solo que quiero que me diga cosas lindas, me molesta no poder tener eso. ¡Y se lo quiero decir! Pero no puedo.

—¿Por qué no? Incluso sonríes hablando de él —cuestionó confundida.

—No somos novios, y me avergüenza pedírselo. ¡Ahora estoy sonriendo como estúpido escuchando la canción! —alegó cuando se dio cuenta.

Jodete, IcyhotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora