¡¿Soy Madoka Kaname!?

Episodio 3: Ya no le tengo miedo a nada.

Después de que Mami tira su Tiro Finale, el laberinto de bruja se deshace y no cae una Semilla del Sufrimiento.
-¡Vaya, eres genial Mami!- Le dice Sayaka, mientras ella y yo salimos detrás de una banca.
-Esto no es un show de magia.- Nos dice Mami, mientras volvía a su uniforme. -Lo que hacemos aquí es muy peligroso.- Como si traer a niñas sin poderes no fuese lo peligroso.
La rubia baja de una lámpara de calle y Kyubey viene hacia nosotras.
-No soltó una Semilla del Sufrimiento.- Digo yo, mencionando lo obvio.
-Porque no era una bruja, sólo su familiar. Las familiares no las tienen.- Kyubey me responde mientras sube a mi hombro.
Asiento con la cabeza, mientras anoto esta información en la libreta. Soy la Deku de este universo.
-Parece que últimamente hemos luchado contra segundones.- Dice Sayaka.
-No podemos dejar los resabios sueltos.- Mami explica. -Terminan volviéndose iguales a las brujas que se desprenden.-
Tranquila Sayaka, pronto habrá un enemigo de primer grado...

Nuestro grupito camina, a la vez que Mami pregunta si ya tenemos decidido nuestros deseos.
La respuesta es obvia:

-Así pasa cuando te dicen que piensen bien algo.- Menciona Mami.
-¿Tú que deseaste Mami?- Le pregunto, mientras checaba en secreto una página en específico de la libreta. Si quiero que la trama avance debo intervenir más de lo que hizo la Madoka original.
Mami se detiene de manera abrupta.
-Lo siento.- Le digo un poquito nerviosa. -No quise ser entrometida. Si no quieres responder está bien.-
Mami empieza a relatar su historia:
-En mi caso... no pude tener el lujo de pensarlo antes. No es que me arrepienta, la vida que llevo ahora es mucho mejor que haber muerto allí.
Pero me gusta que quienes pueden, piensen bien antes de decidir. Quiero darles la oportunidad que yo no tuve.-

Mami Tomoe sufrió de un accidente automovilístico, por lo que Kyubey apareció para hacer el contrato.
Sólo habían dos opciones: vivir como una chica mágica o morir. Creo que la elección es muy obvia.
Aunque... Kyubey se aprovechó de una situación delicada para hacer el contrato.

A menos que te hayas visto el anime, no sabes de que hablo.

-Oye Mami...- Sayaka le habla, con duda. -¿Debes pedir un deseo para ti?- Esta pregunta confunde a Mami.
-Por ejemplo... y esto es un ejemplo, ¿si?- Empieza a explicar. -Supongamos que alguien está pasándola peor que yo y quisiera usar mi deseo para ayudarlo.-
-¿Hablas de Kamijo?- Pregunta el culiao de Kyubey. El Kamijo es el amigo de Sayaka.
-¡Dije que era sólo un ejemplo!- Exclama Sayaka.
-No está establecido que el beneficiario del deseo sea quien sella el contrato. Incluso hay precedentes.- Explica Kyubey.

-Pero puede ser una idea no muy buena idea; si usarás tu deseo en otro, debes saber bien lo que estás pidiendo. Miki, ¿realmente deseas que tu sueño se cumpla? ¿O cumplirás su deseo para que te esté agradecido?- Dice Mami duramente. -Parece lo mismo, pero es diferente.-
-Sabes... eso fue un poco cruel.- Sayaka aprieta tanto su bolsa como el bate.
-Lo lamento pero debo decirlo antes de que sea tarde. Si lo haces sin tener certezas, luego te arrepentirás.- El consejo de Mami hace que Sayaka recapacite para luego admitir que tiene razón.
-Supongo que mi idea era ingenua.- Admite ésta.
-Es realmente una decisión difícil, ¿no? No hay necesidad de apurarse.- Nos asegura Mami.
-Aunque para mí: cuanto antes decidas mejor.- Kyubey, ¿podés dejar de chingarnos la madre por tan sólo un minuto?
-Kyubey, a nadie le gusta que un chico presione a las chicas.- Le dice Mami.
Y luego vamos a nuestras casas.