¡¿Soy Madoka Kaname!?

Episodio 1: La conocí en un sueño.

Abro los ojos, y ahora estoy en un extraño laberinto blanco y negro. Ya recuerdo en dónde estoy: en el sueño de Madoka del primer episodio.
Sin demora, empiezo a correr por todo el lugar. De verdad me inquietan este tipo de lugares: me hacen creer que no hay salida y eso aterra.
Tras varios minutos de andar corriendo sin parar encontré la puerta para la salida; al estar frente a frente se me complicó un poco abrirla, no porque sea pesada, sino porque sabía que estaba detrás. Lentamente abro la puerta para encontrarme con el siguiente escenario:

La ciudad (Mitakihara) estaba totalmente destruida, los edificios flotaban y habitaban grandes árboles en los alrededores. En el cielo había una gran criatura que se encontraba al revés. Su figura enorme denotaba intimidación, algo que nunca en tu vida quisieras estar cara a cara. Walpurgisnatch.
Me acerco a un barandal para ver más de cerca el ambiente en el que estaba... hasta que la vi:

Una chica de pelo negro, ropas extrañas y un escudo en su mano fue directamente hacia esa figura pero un edificio se estampó encima suyo; ella logra escapar de éste y empieza a esquivar rayos de colores dirigidos hacia ella.
Allí estaba: la chica mágica que vi en mi sueño.

-Esto es... horrible.- Musito en voz baja y de verdad no miento; este escenario es uno que no quisiera ver en mi vida. Sin embargo, una voz a mi lado empezó a hablar.
-Es inevitable; es demasiado para ella sola. Pero vino aquí sabiendo eso.- Una pequeña criatura blanca con anillos se refería a la chica azabache, quien en vano luchaba para simplemente ser vencida fácilmente. Kyubey había hecho su aparición.
-¡Pero es demasiado para ella!- Le replico a Kyubey para luego poner mi atención en la joven. Ella me mira con desesperación e intenta gritarme algo, pero no logro escucharla.
-Esto no puede ser, si se rinde se acabó.- Me dice la criatura, y yo estaba de acuerdo. Asiento ligeramente la cabeza para mostrar que estoy de acuerdo con él.

-Pero tienes el poder de cambiar el destino...- Me revela.

Me estremezco ligeramente al escuchar una lámpara de calle fallar y el pequeño ser continua hablando.

-Puedes cambiar toda esta destrucción y tragedia si quieres. El poder de hacerlo está en ti.-
Doy unos pasos hacia adelante, para escuchar mejor aún su propuesta.
-¿En serio?- Miro de reojo a la chica caer cansada por la batalla. -¿Realmente tengo el poder para ayudar?- Pregunto con duda fingida. Porque claramente sé la respuesta y el precio. El precio que tuve que cumplir.
-Claro que puedes: ¡sólo debes hacer un contrato conmigo y conviértete en una chica mágica!- Me afirma Kyubey. Y yo antes de siquiera decir algo me paralizo, y veo enfrente una sucesión de eventos relacionados con Madoka.
Estaba viendo toda su vida, mi vida.

Finalmente me despierto en mi, apenas me puedo levantar.
-Vaya, acabo de experimentar el clásico sueño del protagonista... no quiero otro así.- Monologo para mi misma.

Bajo al primer piso para buscar a mi nuevo padre, para encontrarlo en el jardín cortando... jitomates.
No me gustan los jitomates.
-¡Buenos días papá!- Le hablo feliz. He notado que hasta tengo la voz de ella. Que raro es tener otra voz cuando te has acostumbrado a una que tenías casi desde tu nacimiento.
-Buenos días Madoka.- Me responde.
¿Ahora qué debía hacer? Oh si. Pregunto por mi "mamá" y él dice que está dormida, y que Tatsuya (mi hermano menor) la está intentando despertar.
Voy arriba con una ligera emoción: nunca he sido la hermana mayor. Era el o la menor en mi vida pasada.
Entro al cuarto de mis padres con un portazo para más drama, me dirijo hacia las cortinas y las abro de golpe.
-¡Y arriba!- Destapo las cobijas de mi madre para su desgracia. Ahora sé como se siente despertar a tus chamacos para la escuela.
-¡Mamá despertó!- Dice mi hermanito, que lindo que es.