¡¿Soy Madoka Kaname!?

Episodio 4: Los milagros y la magia son reales.

Otro día más en la vida de Madoka...

Las vivencias del día de ayer siguen presentes en mi memoria: el laberinto, la bruja Charlotte, y la casi muerte de Mami Tomoe. La chica tuvo suerte de que interviniera, o sino terminaría como comida de bruja.
Afortunadamente, Sayaka y yo pudimos llevarnos a Mami hasta el hospital más cercano; usando la mentira de un supuesto accidente.

Doy un bocado al desayuno: huevo. No puedo evitar comparar a la clara con la cabeza de Mami. Si no hubiese hecho ese acto riesgoso...
Al menos mi familia no sospecha de nada, supongo que ventajas de ser la protagonista.

Todo parece ser un día normal: el trío que confirma a Hitomi, Sayaka y a mí yendo a la escuela campantes. La de pelo azul habla y habla como si nada, pero creo que está también pasando lo mismo que yo.
En clase; siento que todo va más lento. Nada me entretiene, ni siquiera escuchar a la profesora Saotome sobre sus lecciones. Miro aquella libreta que siempre traigo y la empiezo a hojear. Llego hasta aquella página donde escribo acerca de Mami, y no puedo evitar dar una pequeña sonrisa.

Al menos hice algo bien... ¿no?

En recreo, estoy en el mismo lugar con Sayaka y Kyubey. Las dos sentadas, sin decir o hacer algo, mirando a la nada. El único pensamiento consolador es saber que Mami está viva y en un hospital.
-Es extraño...- Empiezo a hablar para romper el hielo. -El sentir que somos extraños en un mundo. Nadie sabe lo que pasó ayer.-
-Si... nadie sabe sobre las brujas ni sobre Mami. Sólo porque nosotras lo sabemos. Es como ver y vivir un mundo totalmente diferente al de ellos. Pero nuestro mundo cambió mucho antes.
Debimos habernos dado cuenta.-
Sayaka anda modo depre, y yo modo protagonista que enfrenta su primer conflicto serio.

-Madoka, ¿aún quieres ser una chica mágica?-
Aprieto los puños mientras miro fijamente al suelo, sin querer dar respuesta alguna.
-Entiendo, no puedo culparte.-
La chica pone una mano en mi hombro.
-¿Es esto el arrepentimiento? ¿El ya no saber que decidir? Desde que me desperté, no puedo evitar pensar: "¿Qué hubiera pasado si yo no hubiera intervenido?" Parece egoísta y tonto, pero está pasando en estos momentos.- Mi voz se empieza a quebrar, pero hago todo lo posible para mantener mi compostura. -Al menos sabemos que ella sigue con vida. Es mejor eso a saber que está muerta y que nadie sabrá lo que le pasó.-

Yo inhalo y exhalo profundamente, para evitar romper en llanto de nuevo. Sólo fue una vez, no pasará de nuevo.
¿Verdad?

-Oye Kyubey.- Sayaka le habla a Kyubey, quien no ha dicho palabra alguna en un buen rato. -En la ausencia de Mami, ¿quién peleará ahora para proteger a las personas de las brujas?-
-Ésta ciudad fue de Mami mucho tiempo. Una de ellas pronto vendrá a cazar a las brujas.- Informa Kyubey.
-Pero, sólo vendrán a por las Semillas del Sufrimiento. Como la chica nueva.-
-Las chicas mágicas como Mami son especiales.- Informa Kyubey. -La mayoría son interesadas; es lógico querer algo por el trabajo hecho.
Sólo pueden juzgar sus acciones otras chicas mágicas con el destino de ellas.-
Ay, la crueldad.

-Está bien, comprendo. Realmente es una pena, pero no puedo obligarlas. Nos despedimos, entonces.- Dice Kyubey. -Mejor busco chicas mágicas que quieran sellar un contrato conmigo.-
-Kyubey... no podré hacer el contrato, pero puedo estar al tanto del tema de las chicas mágicas.- Le afirmo tranquilamente.
-Está bien, realmente me debo disculpar por involucrarlas en todo esto.
-No estuvimos mucho tiempo; pero gracias, Madoka. Fue divertido.
Y con éstas palabras, Kyubey se va.

Ya terminada la hora escolar, voy a un lugar en específico: el hospital donde se ubica Mami. Me permiten darle una visita.
Entrando a su habitación; la veo despierta y mirando a la ventana.
Me sorprende saber que una parte de su cabeza fue arrancada y comida, clara dolencia segura, pero puede estar bien al día siguiente. Ah, es cierto: las chicas mágicas tienen mayor resistencia que el humano promedio. Otra ventaja de ser una chica mágica, anotado.