código de amor en el fin del mundo

Capítulo 179 - ¡Deja de perder el tiempo, duerme!

Al verme a una pulgada de distancia de él, Raffles se tambaleó hacia atrás con ansiedad. Se sostuvo con las manos detrás de la espalda, su rostro sonrojándose como una rosa en flor.

En el pasado, Raffles se sonrojaba cada vez que hablaba con cualquier chica. Como siempre se sonrojaba, apenas hablaba con las chicas. También había escrito cuando se comunicó conmigo por primera vez. Estaba tan cerca de él ahora que no era de extrañar que se ruborizara mucho.

Se apoyó con las manos detrás de él y me miró sin comprender. Su largo cabello azul grisáceo colgaba bajo la luz de la luna como carretes de cinta azul.

"No juegues con él". Harry entró abruptamente y se sentó junto a Raffles. Abrazó los hombros de Raffles y me sonrió con coquetería. “Queremos dormir ahora. ¿O quieres dormir con nosotros?

"¡Harry!" Raffles volvió a la realidad y miró a Harry.

Harry continuó sonriendo maliciosamente mientras jugaba con el cabello de Raffles.

Sonreí, “Yo también me iré a dormir. Raffles, accedió a no estar enojado. Buenas noches."

Raffles asintió sonrojado. Ahora que estaba en el abrazo de Harry, se parecía aún más a una chica con Harry como comparación.

Parpadeé hacia Harry, quien levantó su mano que estaba abrazando el hombro de Raffles para hacer una señal de OK detrás de él.

La misión de Harry fue dura. Tenía que asegurarse de que Raffles se durmiera.

Me di la vuelta para levantar la sábana y me di cuenta de que nadie había dormido. Todos estaban sentados allí con los ojos fijos en mí. Me dio un susto.

Preguntaron en voz baja cuando me vieron regresar: "¿Cómo está?"

"Él está bien. Vamos a acostarnos —dije en voz baja.

Luego, todos se acostaron. Me acosté junto al Arsenal, los dos uno frente al otro.

"¿Qué regalo preparaste?" Se acercó a mi oído y susurró.

Le sonreí misteriosamente y le susurré al oído: "Te despertaré mañana por la mañana". Podía oler el agradable aroma del cabello del Arsenal. Era el aroma de una rosa.

Arsenal asintió y sus hermosos ojos brillaron en la oscuridad. Me miró durante un rato, luego se acercó para susurrarme al oído de nuevo. "¿Te gusta He Lei?"

Me sonrojé de inmediato. "¡No!" Mi corazón comenzó a acelerarse y me sentí confundido. ¿Por qué me sonrojaría y mi corazón se aceleraba si no me agradaba?

Si los demás me hubieran preguntado si me agradaba Harry o si me agradaba Raffles, nunca hubiera respondido así.

¿Qué me ha pasado?

Desde que supe que era He Lei, estaba llena de emoción al reunirme con él. De repente, sentí que no era mi yo habitual. No podía mantener la calma y la compostura. Por otra parte, ¿no es esto normal?

Lo extrañaba mucho y sentí una intensa sensación de admirar a un guerrero. Su figura diestra, su movimiento rápido y su espalda confiable me recordaron a mi padre y a los tíos que me habían hecho compañía durante el entrenamiento. Me gustan. Son los verdaderos hombres.

Llevaban el porte de un hombre de verdad, un encanto al que las mujeres no podían resistir.

He Lei era como ellos. Me sentí muy a gusto cuando estuve con él. Me había sentido como si estuviera con mi padre y los otros tíos.

"¡Date prisa y duerme!" Harry bajó la voz e instó.

“Ve y duerme primero. Tengo cosas que hacer." Luego, Raffles encendió la luz del costado.