¿Qué creen que hubiera pasado si kirito entrará a Sao a la edad de 10 años?
Kirito fue uno de los primeros beta testers, es un niño muy apasionado con los juegos, no tiene amigos debido a que lo molestaban mucho en su escuela, por ser adoptado.
El...
Eso fue lo que Asuna miro cuando su pantalla de notificaciones apareció de repente frente a ella, sacándole una expresión desconcertada, eso fue al menos hasta que presiono el mensaje y lo leyó con detenimiento.
De un momento a otro, sus ojos se abrieron como plato, reflejando en su expresión gran terror y preocupación, para después salir corriendo de la sala de gremio en la que se encontraba, dejando a sus compañeros con una gran incógnita por el comportamiento inesperado de su sublider.
Mientras tanto Asuna estaba sacando desesperadamente de su bolsillo un cristal de teletransportación, y teletrasportandose rápidamente al piso 74, más específico en la ciudad más cercana al calabozo dónde ella y kirito encontraron al jefe, corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitían y esperando que no fuera demaciado tarde.
Y ustedes se preguntarán, '¿Que fue lo que leyó como para poner a nuestra sublider de esa forma?', pues ese mensaje tenía lo que Asuna más temía que pasará en este mundo y eso era que kirito se diera cuenta por sí mismo de los límites que tenía un jugador solitario peleando solo.
El mensaje contenía la ubicación exacta de kirito y un pequeño resumen del peligro en el que se encontraba, y en este caso decía que se estaba enfrentando al jefe de ese piso por su cuenta y que por lo visto estaba perdiendo.
Si kirito no llegaba a morir a manos del jefe lo más probable era que muriera a manos de Asuna por no haberle hecho caso.
Ya estaba llegando a la entrada del calabozo, sin detenerse en ningún momento, y a unos metros después de la entrada, a lo lejos, pudo observar a un grupo de gente caminando al frente, Asuna los reconoció de inmediato y antes de llegar a ellos dió un grito fuerte.
"¡¡¡Klein!!!" Vio como el líder del gremio se detenía y volteaba a su dirección, junto a sus compañeros y levantaba una mano para saludar.
"¡Asuna!,¡Me alegra verte!" Dijo con ánimo y una gran sonrisa al igual que sus compañeros, pero al ver la expresión de Asuna supo que algo andaba mal.
"¡¡No hay tiempo, kirito está en peligro!! ¡¡¡Necesito su ayuda, por favor síganme!!!" Grito desesperada mientras seguía corriendo, pero esta vez acompañada por el gremio de los fuurinkazan, ya que con tan solo escuchar que el pelinegro estaba en peligro, era suficiente motivo para seguirla con igual preocupación, lo cual era bueno ya que sí en verdad estaba en peligro necesitaría mucha ayuda.
Antes de llegar a la sala del jefe se escucharon golpes por todo el pasillo que indicaban una pelea y justo en la entrada observaron a varios jugadores mal herido y a otros llorando por la perdida de algún compañero, parecían ser miembros de 'la armada'.
Sin perder tiempo el grupo se acercó a los jugadores sacando pociones para curarlos, en cambio Asuna, corrió directamente a dentro de la sala, se detuvo y busco con la mirada al pelinegro menor.
Si, lo encontró, justo en medio de la sala se encontraba el espadachín negro luchando contra el jefe con una espada en cada mano dando golpe tras golpe, con ataques que parecían superar incluso la asistencia del sistema.
"¡¡Ahhhhhhhhh!!" Con ese grito kirito lanzo el último ataque, penetrando el pecho del ojibrillante, causando que el enorme demonio diera un rugido que se escuchará por toda la habitación.
Entonces todo su cuerpo comenzó a desintegrarse en innumerables fragmentos azules por todo el alrededor.
Todos los que estaban en la entrada, incluyendo Asuna, se encontraba congelados y mirando atónitos, como kirito blandita sus espadas una última vez antes de guardarlas en las fundas de su espalda.
El pelinegro se quedó mirando a la nada antes de que sus piernas dejarán de funcionar y su vista se comenzará a nublar, para caer de rodillas y que después aterrizara todo su cuerpo en el suelo, causando que la máscara deteriorada que tenía puesta se rompiera en dos y desapareciera en fragmentos al igual que el demonio, dejando a plena vista su rostro.
Fue entonces cuando Asuna reaccionó y comenzó a correr hacia él.
"¡¡¡Kirito!!!" Eso fue todo lo que escucho antes de quedarse inconsciente.
En cambio Asuna estaba más que preocupada por su hermanito, su barra de vida estaba al borde de acabarse y para colmo no mostraba indicios de despertar pronto.
Se arrodilló junto a él y saco una poción para restaurar su salud. Frunció el seño mientras lo recostaba entre sus brazos sin ganas de soltarlo.
"I-idiota, porque?" Fueron las palabras que le dedicó al espadachín inconsciente, estaba enojada, preocupada y sobretodo algo decepcionada de que kirito, ya que él le había prometido que no se metería en problemas, lo cual dudo en que cumplieron pero no creyó que se iba a involucrar en algo tan tonto como intentar enfrentar al jefe por su propia cuenta.
"¡¡Asuna!!" Grito Klein preocupado acercándose a ella acompañado de su gremio y los jugadores que estaban en la entrada, viendo a la persona que tenía en brazos y abriendo sus ojos con sorpresa e incredubilidad "e-ese es...?, Kirito....?" Murmuró lo último fijándose en la vestimenta que llevaba puesta.
Sí, era kirito, pero también era 'el espadachín negro'.
Eso era algo que, por desgracia, Asuna no podía negar ya que él había visto lo mismo que ella cuando acabo con el jefe.
