capitulo 8

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Pov. Normal.

"¡¿Qué vas a hacer que?!" Pregunto Ágil con sorpresa y incredulidad, dirigiéndose al pelinegro mientras ponía sus manos sobre el mostrador.

"Le diré que soy el espadachín negro"
Dijo kirito, en una silla junto al mostrador con su barbilla recargada en una de sus manos, observando la entrada de la tienda sin mirar a Ágil "mañana en la tarde ella vendrá aquí" dijo tranquilamente.

Luego de la batalla que tuvo con la sublider, el espadachín había tomado la decisión de responder todas las preguntas que ella tuviera sobre él, así que luego de mandarle una solicitud de amistad, acordaron encontrarse en la tienda de Ágil.

Ágil lo miro un poco desconcertado por lo que había dicho "¿estás seguro de esto? Talvez no se buena idea"

"Ella es amiga tuya, no? Crees que sea capas de decírselo a todos?" Observo a Ágil, levantando una de sus cejas con algo de confusión, debido a que él siempre le contaba historias de algunas de las aventuras que tenia con ella y sus demás amigos.

"No...." murmuro Ágil antes de soltar un suspiro "supongo que tienes razón" dijo mientras salía del mostrador y caminaba a la entrada de la tienda para cambiar el letrero de 'abierto' a 'cerrado'.

"Entonces, está decidido" dijo dejando mostrar una sonrisa que reflejaba algo de emoción en su rostro, antes de cambiar su semblante a uno más sereno haciendo que ágil se riera un poco.

"Sabes, por tu forma de actuar, a veces se me olvida que todavía sigues siendo solo un niño" dijo alborotando con una mano los cabellos del pelinegro mientras pasaba a su lado.
"Me preguntó que habrá pasado con el niño hiperactivo y arrogante que conocí hace tiempo"

Esto hizo que kirito hiciera de forma inconsciente un pequeño puchero mientras acomodaba su cabello.
Luego bajo lentamente su cabeza, mirando al suelo y cambiando su expresión a una llena de melancolía, tristeza y sobre todo frustración.

"Él entendio que si quería sobrevivir en las circunstancias en las que estaba, tendría que cambiar" cerro sus ojos por un momento.

El pelinegro dejo que algunos recuerdos lograran invadir su mente, nunca creyó que lograría llegar tan lejos.

Antes de entrar en ese juego, él siempre había sido la burla de todos sus compañeros en la escuela, debido a que de alguna manera se habian enteraron de que el era adoptado, tratando de hacer su vida imposible, diciéndole todo el tiempo que sus padres nunca lo quisieron, que no lograría ser algo en la vida y que sería mejor si se fuera con ellos.

Aunque, a kirito nunca le llegó a importar lo que decían sobre él y sus padres. Siempre creyó que mientras tuviera a su hermana y a sus tíos, podría ser feliz sin importar lo que les pasará a las demás personas su alrededor.

Pero al conocer a Sasha y a los niños, entendio que no podía pensar nada más en su propia felicidad, que todos sufrían de igual manera que él y que quería tratar de protegerlos, esa fue una de las cosas que lo llevo a querer salvar a los jugadores que lo necesitaban.

Muy en el fondo, de alguna forma él se sentía un poco agradecido por la vida que tenía ahora, ya que gracias a eso pudo conocer a su gremio y pudo sentirse completo de cierta manera.....

"Kirito" hablo Ágil agitando un poco su mano frente a la cara del pelinegro, tratando de llamar su atención.

"Mmm?" Kirito abrió sus ojos y se volteo un poco para mirar a Ágil.

"¿estás bien? ¿Hay algo que no me estás diciendo?" Dijo Ágil seriamente tratando de disimular su preocupación, él sabía que algo no estaba bien, ese comportamiento que tenía el espadachín no era muy habitual en él.

"¿Ah?" El pelinegro se quedó un poco desorientado por lo que había dicho su amigo "no, todo está bien Ágil no te preocupes, solo estaba pensando" miro a Ágil con una pequeña sonrisa debido a su preocupación.

Ágil soltó un suspiro "bien... Pero quiero que sepas que si algo malo llega a suceder, no dudes en decírmelo, te escucharé" dijo para después colocar su mano derecha sobre uno de los hombros de kirito "no sufras en silencio"

El espadachín le dió una sonrisa débil "gracias Ágil, lo tomaré en cuenta"

Kirito no se podía sentir más agradecido por tener un amigo como Ágil, muchas veces a él le gustaba ser su figura fraternal, lo cual lo reconfortaba en muchos de sus momentos de impotencia.
Algún día él esperaba poder devolverle todo lo que Ágil había hecho por él.

"También le conté a Asuna que tú me conocías" dijo kirito tratando de cambiar el hambiente que se había creado por un momento.

Luego de escuchar esas palabras Ágil lo miro sorprendido y un tanto asustado, eso le causó algo de gracia al pelinegro, ya que él sabía todo el trabajo que le había costado a la sublider lograr conseguí la poca información que tenia sobre él, y eso de que ella se enterará de que uno de sus amigos cercanos ya lo conoció desde hace tiempo, no iba a causar una buena reacción en Asuna.

Ágil ya se imagina el sermón que le daría la sublider.
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Yo creo que un poco de relleno no hace daño, luego de escribir esa pelea de Asuna y kirito quise hacer algo sencillo.

¡¡Bueno espero que les haya gustado!!

El Arte De Las EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora