Capítulo 1

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La desgracia de Sukuna comenzó cuando decidió iniciar su negocio. Sólo era un estudiante de medicina forense. Decidido a solventar sus gastos académicos y personales. Poseía ciertas características que lo destacaban de entre los demás: Alto, apuesto, cuerpo muy bien trabajado, ojos de un color —incluso— más rojo que la sangre, pero por sobre todo un Alfa. Además de poseer una atractiva personalidad, que siempre sobresalía a donde quiera que fuera, esto claramente lo convertía en alguien muy codiciado por los Omegas, los Betas e incluso otros Alfas. Sukuna tenía sus encantos.

La idea surgió cuando le contó a su fiel amigo Uraume sobre su idea. En broma le sugirió que por qué no daba consejos para conquistar omegas. «Al fin de cuentas es lo único que sabes hacer aparte de la medicina forense» comentó sarcásticamente, para luego pensar que no era una idea tan mala.

Ambos se voltearon a ver como si fuera la cosa más revolucionaria del mundo.

—¡Es una excelente idea! —gritaron.

Uraume era un Omega que asistía a Sukuna en todo lo relacionado a la cuestión administrativa. Las primeras semanas sólo se dedicaba a dar consejos de cómo ser bueno en la cama, pero conforme su emprendimiento fue creciendo, también expandieron sus horizontes. Daban consejos sobre cómo conquistar a los Omegas para algo serio y no solo un simple acostón. Organizaron citas, regalos y todo tipo de cosas que implicaran el acto de la conquista.

—Muy bien, Uraume. Ahora que tenemos la idea pongámonos en marcha —dijo Sukuna, mientras salían de su facultad—. ¿Por dónde deberíamos comenzar?

—Deberíamos comprar un chip para que no tengas que usar tu número, hacer una página en redes sociales y un sitio web.

—Bien pensado. Pondremos las tarifas también, no pienso cobrar tan caro. Aunque mis consejos valen miles de dólares —un tono completamente altivo acompañó sus últimas palabras—. Yo me encargaré de los consejos y tú serás mi secretario. Nos llevaremos la mitad y la mitad de las ganancias.

—Me parece perfecto. Solo espero que esto resulte, quiero comprarme una nueva consola —dijo mientras entrelazaba ambas manos en su pecho y volteaba hacia arriba imaginándose la nueva consola.

Esa tarde Sukuna y Uraume se reunieron en la casa del alfa. Se dispusieron a crear la página y anunciarla. Colocaron los precios base, y, para sorpresa de ambos ya tenían un mensaje de un Alfa desesperado.

829 ●9• ♧1◇3

Buenas tardes. ¿Este es el número de "la oficina de servicio al alfa"?

La oficina de servicio al Alfa

Sí. ¿En qué podemos ayudarle, señor?

829 ●9• ♧1◇3

Dígame Okkotsu. No puedo creer que esté haciendo esto, pero estoy desesperado, quiero todos los tips que tenga sobre cómo complacer a mi Omega. Será mi primera vez así que no omita detalles. Pagaré lo que sea. No quiero lastimarlo así que me pareció buena idea hablar a su servicio.

Sukuna miró a Uraume, quien también se encontraba algo sorprendido.

—No puedo creer que ya tengamos clientes. Nunca creí que ser bueno en la cama tuviera algún beneficio. ¿Cuánto le cobramos por explicarle todo?

—50 dólares y le damos recomendaciones de todo tipo.

—Bien, veamos si accede por ese precio.

Oficina de servicio al alfa.

Por todo lo que nos está diciendo serían 50 dólares. ¿Está de acuerdo?

Okkotsu

Oficina de servicio al AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora