♣Sexo Con Mi Hermana♣ (ZaynMalik) (HOT) -DjMalik

Capitulo # 41

Sexo Con Mi Hermana

Capítulo Cuarenta y Uno.

Harry había salido a comprarme algunas medicinas y de paso también traer helado para terminar de pasar la tarde juntos. Mientras yo estoy aquí, agonizando, con dolor de vientre, dolor de cabeza y fiebre –hoy no es de la calentura que se estaréis imaginando-. Lo peor de todo no es que estoy muriéndome; lo que me está matando es que Harry se haya ido y haya dejado a Zayn a cargo de mí hasta que él volviera. Lo tenía exactamente sentado en el banquillo color rosa que estaba frente a mi tocador, y él estaba cruzado de brazos sin mirarme o dar señales de vida. Solo estaba ahí el muy simio.

-Eh, puto, ¿por qué no te vas por ahí con tu novia? No me voy a morir de una calentura. –A pesar de mis ofensas Zayn sonrió. Sonrió de una manera sensual y perfecta. ¿Le agradaba que le dijera que era un jodido gilipollas? Es un idiota.

-Me pelearía contigo ahora, pero no quiero que te pongas a llorar y chilles como ballena dando a luz. -¿Me ha dicho gorda? ¡Me dijo gorda el muy sin vergüenza! –Además, estoy demasiado feliz para aguantar tus niñerías. –Y me dijo infantil también. Al recuperarme de esta crisis lo primero que haré será cortarle las bolas y ponérselas a Alice de aretes.

-Oh, ¿y por qué estás feliz? Adivinare; por fin encontraste algo con qué hacer que te crezca la polla. –Reí y fruncí el ceño por la resaca. Pensé que mi comentario heriría su orgullo, pero al contrario elevó las cejas y curvó sus labios en una sonrisa maliciosa. No debería decir esto, pero Zayn la tiene muy… bien. ¡Oh, qué pena!, yo no tengo por qué pensar en esas cosas, mucho menos con él.

-Digamos que tuve un buen desayuno. –Me guiñó el ojo y yo lo miré sin expresión alguna. No había necesidad de decirme que la Americana le había dado un buen polvo. No estoy celosa. Tal vez sí, pero no tiene caso estarlo.

-No quería saberlo. –Quizás mi tono de voz reveló una pizca de desilusión. Porque así lo sentía. Zayn se encogió de hombros y aparté mi mirada de la suya hacia algún otro lado de mi habitación. Quería evitarlo y quería que se fuera.

¿Quería que se fuera? No. Pero que se estuviese callado y no me dijera que se ha follado a la pelo quemado de Alice. No me cae mal, al contrario, ella es muy amigable. Pero verla con Zayn... De alguna manera me lastima.

-¿Cuál es el problema, _____? –Me interrogó de esa manera tan sutil, tan privada, tan suya. Eso mismo me lo había preguntado yo tantas veces, y jamás le encontré una respuesta certera. Porque siempre, en todo momento él irrumpía mis pensamientos, incluso cuando estoy con Harry.

Y eso ya no debería ser así.

-Te fuiste Zayn, ese es mi problema. –Dije sin más y caí en el vacío de la decepción. En el precipicio sin fin de la desilusión. Lo escuché suspirar pesadamente; y luego un cuerpo se hundió en la cama.

-Estoy aquí, _____, y tú siempre lo has preferido a él. –Sonaba dolido. No, estaba dolido. Ya no eran celos, era el ardor de las miles de maneras en las que yo alguna vez lo quemé con mis insinuaciones.

-¿Después de seis años, Zayn? –Negué levemente con la cabeza y lo miré. Sus ojos seguían siendo se ese marrón claro e impactante que en ocasiones me hicieron suspirar. Y lo único que sentía en ese momento eran lágrimas delineando sobre mi rostro. -¿Era necesario tanto tiempo?

-Jamás me diste la oportunidad, ¿de qué te quejas ahora? –Era verdad. ¿De qué mierda me estaba quejando después de tanto tiempo? Maldición, esto ya tendría que haber acabado.

-¿De qué, Zayn? De que tienes las mismas venas que yo dentro de tu cuerpo. De que mi sangre es del mismo color que la tuya, y de que llevamos el mismo y jodido apellido en nuestros nombres. ¿De qué, Zayn? De que no podíamos, y aún así sucedió. –Se acercó a mí y limpió mis lágrimas con su mano. ¿Lo necesitaba? Sí, pero él estaba ocupado ahora con su trabajo, con su relación… Con su vida.

-¿Eso tiene que importar siempre? Maldición, _____, sabes bien qué no fue mi decisión. Has sido tú la que te metiste aquí –Con su dedo índice señaló la parte izquierda de su pecho, apuntando su corazón. ¿Debía creerle? –y lo hiciste por tu cuenta. Estás dentro. Muy adentro, nena. –Sus ojos emanaban una ventisca de sinceridad. Maldecí una y mil veces, mi vida era un completo error.

-Solo me ponía a pensar en lo qué dirían las personas si… si tú y yo llegáramos algo serio. –Tartamudeé al hablar y los nervios me picaban en cada parte del cuerpo. No deberíamos estar hablando de esto. Pero las cosas tenían que aclararse, y no lo harían solas. –Papá se hubiese molestado mucho, Zayn. Yo… -Colocó su mano sobre mi mejilla y la acarició levemente, como si fuese lo más suave que nunca hubiese tocado.

-Vas a casarte. –Me recordó y un nudo creció en mi pecho obstruyéndome la respiración. –Tienes que casarte. –Se corrigió a sí mismo. –Y algún día he de casarme yo también.

La puerta se abrió despacio y dejó ver a un Harry con una pequeña bolsa con medicinas frente a nosotros. Precisamente mirándome a mí. Me sonrió. Él era el hombre con el que iba a casarme dentro de muy poco, y el calendario ya iba en cuenta regresiva en mi contra.

Pero había un detalle: Él no era Zayn.

Raya idiota obvio que no, Harry no es negro ahrre. XD ok’no._.