♣Sexo Con Mi Hermana♣ (ZaynMalik) (HOT) -DjMalik

Capítulo # 43

Sexo Con Mi Hermana

Capítulo Cuarenta y Tres.

Tres días ya habían pasado desde entonces. El tiempo pasaba y Zayn estaba en ese ridículo plan de ignorarme y hacer como si solo fuésemos un par de conocidos. La boda se acercaba y eso alteraba mis nervios, al igual que ver a Zayn con Alice dándose cariñitos por ahí. Y les diré que a él le veía muy enamorado.

De cierta manera aquello creaba celos en mí. Zayn no entendía lo mucho que me hacía que él le sostuviera la mano, que le acariciara la mejilla, que la abrazara en los días de frío, o que besase sus labios. ¿Por qué eso seguía lastimándome? Toleré su relación con Marie, puedo pasar por alto a Alice también. Aunque, aunque me cueste trabajo reconocerlo, Zayn parece tomarse la relación con la pelirroja muy enserio.

Ahora me encuentro con Zayn en la sala de estar. Se ofreció muy amablemente a ayudarme a decidir entre manteles blancos o rosas para las mesas de la recepción de la boda. Miraba entretenido la revista donde estaban los diseños, y de vez en cundo fruncía el ceño. Sus gestos eran rudos y llenos de picardía como siempre lo habían sido. Pero a diferencia de antes, era mucho más hombre ahora... Mucho más, claro está por sus brazos y abdomen marcados con músculos y tatuajes. Tantos tatuajes que lo hacían ver como todo un hombre de Estados Unidos. Era donde había estado los últimos seis años, ¿no es cierto? Aprendió muy bien a cubrirse con tinta y a provocar con dibujos sobre su piel.

-¿Cómo es Arizona? -La pregunta salió de mis adentros sin siquiera que yo se lo ordenase. Levantó su mirada y la sostuve durante un corto lapso de tiempo, su intensidad construía en mí aquellos nervios de adolescente absurda que se distraía con su primer amor.

Dejó la revista a un lado y me miró fijamente. No sabía si aquello le había molestado, o quizás fui demasiado impertinente.

-Muy caliente. -Me respondió. Asentí y volví mi vista hacia mis manos. ¿De verdad iba a tratarme tan injustamente hasta el día en el que se fuera? -¿A qué viene tu pregunta, _____?

Negué levemente con la cabeza y sentí mis ojos humedecerse levemente.

-Curiosidad... -Dije a duras penas por el nudo que se había formado en mi pecho y que obstruía mi respiración. -¿Qué diseño te gustó más? -Interrogué esta vez evadiendo el rumbo sin sentido que llevaba la conversación. Se encogió de hombros.

-Ninguno. -Su voz era neutra y dura. -además, ¿has visto esos precios? -Señaló con su dedo índice y asentí.

-Esos son los que más me llamaron la atención, y Harry me dijo que escogiera cualquiera, que no importaba el precio. -Levantó una ceja, incrédulo.

-Te lo dijo porque sabe que a ti no te gusta nada que no cueste la gran fortuna. -Gruñó a voz baja. -Harry está jodiéndose trabajando todo el día y todavía parte de la noche por pagarte esos lujitos tuyos. ¿Sabes lo que le cuestan tus caprichos? -Me había gritado y podía ver su rostro lleno de resentimiento hacia mí. Me hundí sobre mis hombros. -Espera, no lo digas. También en tu boda te importa lo que va a decir la gente. -Se acercó a mí y lo soltó de pronto. La indirecta se refería a lo que habíamos hablado ya hace varios días. -Corrígeme si me equivoco. -No respondí y negó mi actitud con la cabeza.

-Ya basta, ¿quieres? -Musité y la primera lágrima cayó al vacío.

Me puse de pie y me abrí camino a mi habitación lo más rápido posible. Estaba llorando de la rabia y del dolor que ese bastardo me producía. Me había gritado, me había llamado interesada, oportunista y también desconsiderada. Lo peor de la situación era que tenía razón... Harry me daba todo lo que yo quería, y quizás nunca me puse a pensar en lo mucho que le costaba cada detalle que conmigo tenía.