Miedo y nervios

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Ambos se levantaron del suelo y sacudieron su ropa del polvo. Él de cabellos morados se acordó del pastel qué estaba haciendo pará el peli verde, así qué, rápidamente tomó dos guantes de cocina y se los puso, apagó el horno y sacaría con cuidado el pastel.

— Kokichi: ¡É-ésto es para ti!

Dijo nervioso mientras le mostraba el pastel, el cuál estaba en una bandeja. El peli verde observó el pastel con curiosidad, luego sonrió.

— Rantaro: V-vaya... ¡Gracias Ouma-kun! Es... Es bastante lindo de tu parte. -Se ruborizó levemente-

— Kokichi: Lo hice porqué eres muy bueno conmigo...

— Rantaro: ¿Cómo no lo sería? Eres demasiado tierno y... Uhm... nada..!

— Kokichi: ¿Y....?

— Rantaro: Nada, no es.. nada, je-... ¡Probemos qué tal te quedó el pastel!

— Kokichi: U-uh... De acuerdo!.

El peli verde sirvió dos trozos para cada uno, luego, ambos se sentaron en la mesa y comenzaron a comer.

— Rantaro: Te quedó bastante bueno!

— Kokichi: G-gracias...!

— Rantaro: Uhm.. Ouma-kun, te quería preguntar algo. -Apartó la mirada avergonzado-

— Kokichi: ¿Qué cosa?

— Rantaro: Ésta noche... ¿Te gustaría ir a ver las estrellas?

— Kokichi: Oh- ¡Claro!

— Rantaro: B-bien!

Todo el día estuvo normal, aún qué, el menor notó que el peli verde se veía algo nervioso, cómo si algo le generará inquietud. Tenía curiosidad de preguntarle qué le pasaba, pero le daba vergüenza, así qué se lo guardó.

Él pequeño estaría solo en la habitación del peli verde, acostado en la cama y viendo vídeos en su teléfono, hasta qué..

— Cariño, baja!

Escuchó cómo lo llamaban desde la cocina, así qué apagó su celular y lo dejó a un lado mientras se levantaba de la cama.

— Kokichi: ¡Voy!

Dijo en voz alta mientras salía de la habitación, luego comenzó a bajar las escaleras tranquilamente... Espera... ¿Rantaro lo había llamado "cariño?.. Uh... ¿Se había equivocado? ¿Había escuchado mal?, se detuvo un momento a pensar aquéllo, luego escucho cómo la puerta del baño se abría, así qué se dió la vuelta y observó cómo Amami salía.

— Rantaro: ¿Qué sucede?

— Kokichi: ....

El pequeño puso una expresión de preocupación combinada con miedo ¿Quién lo había llamado..?. Sin decir nada volvió a la habitación del peli verde y se hizo bolita debajo de la cama mientras comenzaba a temblar.

En la noche, ambos se pusieron un abrigo y salieron al patio trasero: era bastante amplio y bonito. Se sentaron en el pasto y observaron las estrellas mientras tomaban chocolate caliente y se terminaban lo qué quedó del pastel.

— Rantaro: Eh.. Ouma-kun.

— Kokichi: ¿Sip? -Le dió un sorbo a su chocolate-

— Rantaro: La luna está hermosa hoy.
(Ésto es una manera de declararte indirectamente en Japón si eres tímido)

— Kokichi: ¡Sip!

El de cabellos morados le dió una sonrisa al contrario mientras asentía con su cabeza, luego nuevamente volvió a ver a su taza para darle otro sorbo hasta qué entendió la indirecta del mayor.

— Kokichi: ¿¡E-eh!?

La cara del menor se tiño en un fuerte rojo carmesí, parecía un tomate. Comenzó a temblar mientras pensaba en qué decir, su mente se había hecho un lío. El peli verde soltó una pequeña risa nerviosa mientras se rascaba la nuca, luego aclaró su voz pará hablar.

— Rantaro: Y-yo.. uh... No es necesario qué respondas a eso... Yo sólo quiero qué seas consciente de cuáles son mis sentimientos hacía ti y-

Apartó la mirada al decir aquéllo, aún qué no pudo terminar de hablar debido a un beso repentino que le había dado el contrario. Se quedó en shock unos momentos, luego correspondió mientras agarraba con cuidado al menor de las caderas.

— Kokichi: Waa lo siento!! ¡¡No sabía que decir!! P-puedes golpearme si quieres pero perdónam-!

Dijo bastante nervioso mientras se separaba del beso a la vez qué comenzaba a temblar, pensaba qué el mayor se enojaría con él por robarle un beso.

— Rantaro: Tranquilo, tranquilo.. -Soltó una pequeña risa mientras acariciaba la cabeza del más bajo-

— Kokichi: Está b-bien... -Apartó la mirada apenado-

El peli verde le dió un abrazo al pequeño y éste correspondió. Estaba tan feliz, Ouma correspondió sus sentimientos.. ¡Finalmente podría darle el amor qué se merece!. Se iba a asegurar qué el menor fuera feliz hasta el final de sus días o hasta qué el destino lo quiera.

 ִֶ   𖡙 🎭 ⩇⩇ 𖥦 𝙋𝙤𝙧 𝙩𝙞 𓎏 ❕ 𖣯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora