Yui Kodai y Ochako Uraraka son dos chicas aspirantes a heroínas en la academia UA, pueden parecer totalmente incompatibles a primera vista. Pero uno esconde más de lo que se piensa. Ambas tenían un pequeño historial juntas, más precisamente desde que el examen de ingreso a la academia.
La primera es una azabache de ojos azules, con un temple bastante serio pero agradable luego de un rato de convivencia. Es un poco tímida, pero eso en lugar de ser defecto tajante puede verse como parte de su lado tierno. Aunque ella solo demuestra su lado más efusivo cuando come sus tomates favoritos.
Por otro lado, la segunda chica es una castaña con un peinado de hongo y con ojos cafés. Ella es más expresiva con sus emociones, suele sostener una sonrisa bastante natural y es bastante sentimental, sobretodo con sus padres debido a sus orígenes modestos.
En este momento se encontraban juntas batallando uno de sus enfrentamientos más complicados: las preguntas de sus amigas y compañeras sobre cierto chico peliverde al que ellas consideran su héroe.
— Chicas, tienen derecho a guardar silencio y todo lo que digan puede ser usado en su contra. Si necesitan de un abogado, no podrán contar con nadie porque nadie exclusivamente más que ustedes deberán ser su propia defensa. ¿Entendieron? -preguntó Mina con una toalla en la cabeza como si fuera comandante-.
Ninguna de las dos pudo decir nada pero estaban muriendo de los nervios ya que estaban desnudas en el agua caliente y a la vista de todas las demás que las rodeaban en un círculo.
— Primera pregunta, para la señorita Yui Kodai. -dijo Setsuna con los brazos cruzados y una maliciosa sonrisa que mostraba los colmillos- ¿Qué sabes sobre el joven Izuku Midoriya?
La azabache de la clase B abrió los ojos y su expresión de nerviosismo cambió a miedo, ya que hablar del peliverde con alguien más aparte de Ochako era delicado para ella. Así que como pudo trató de hablar.
— P-pues, e-es un chi-chico de-de la cla-clase 1-A. -decía ella entre cortada, le costaba hablar al estar rodeada de otras señoritas-.
— ¿Y qué más? -se acerco Tokage con una pose más seria casi cara a cara a Yui-.
— ¿Qué m-más quieres saber? -preguntó Kodai mientras ponía sus manos en frente impidiendo que se le acercaran más-.
— Aquí no chikistrikis. Sé que soy irresistible, pero estamos en público. -la chica reptil declaró y se empezó a reír discretamente para tratar de hacer entrar en confianza a su amiga-.
— Tokage-san, ¿qué estás haciendo? Lo que haces lo desaprueba el Señor. -cuestionó Ibara con un poco de molestia-.
— No es nada, solo quería jugar con la pequeña Yui-chan. -aclaró Setsuna mientras acariciaba el cabello a su amiguita-.
— Además, estamos averiguando unas cosas que hay entre ellas dos y Midoriya-san. ¿Verdad Ochako-chan? -dijo Mina mientras golpeaba con el codo el brazo de Uraraka-.
— No s-sé de q-qué hablas, M-mina-chan. -ahora era la mochi quien estaba nerviosa-.
— ¿Es necesario que hagas esto, Mina-san? -preguntó Jirou algo molesta-.
— Descuida, Kyouka-chan. Luego sigues tú. -respondió Ashido guiñándole el ojo-.
Esto hizo caer en cuenta a todas las demás chicas que algo había en manos de las cuatro chicas.
— Muy bien, respondan ahora ambas. ¿Qué piensan de Midoriya-kun? -preguntó Kinoko mientras sonreía fuerte-.
Ambas chicas se voltearon a ver, intercambiaron miradas y asintieron. Esto fue notado por las demás féminas y empezó el relato.
— Bien, les diremos la verdad. -dijo Ochako-.
— Pero por favor, no se lo digan a nadie más, especialmente a Izu-kun. -pidió Yui cabizbaja, no se sentía lista pero tenía mucho que expresar-.
Sus compañeras se voltearon a ver entre sí y entre todas le dijeron que sí. Entonces ambas procedieron a explicar cómo conocieron al peliverde sin entrar en detalles demasiado personales sobre él.
Algunas chicas dibujaron pequeñas sonrisas en sus rostros al escuchar cómo ellas describían al ojiverde. Se notaba que ambas tenían sentimientos encontrados. Después comentaron sobre la noche de fogata cuando él cantó, en donde su pregunta era corta pero compleja.
— Chicas, queremos saber qué piensan ustedes. -afirmó Yui-.
— ¿Creen que Izu-kun se fijaría en alguna de nosotras? -preguntó Ochako con una expresión triste y llena de dudas-.
Ahora se hizo un debate entre las 11 chicas restantes. Ellas no se habían planteado demasiado la idea sobre cómo trata Izuku a las mujeres dado que es muy tímido y le ha costado relacionarse con el sexo opuesto.
— Chicas, tengo una duda que me da miedo de hacer pero es necesaria. -intervino Kendo con algo de pena porque era algo delicado de decir-.
— ¿Qué pasará si Midoriya-kun elige a una de ustedes? Es que considero que él las hizo amigas a ustedes y ha influido en ustedes de forma únicas. Creo que sería feo que se perdiera la amistad entre ambas. -cuestionó la pelinaranja-.
Todas se le quedaron viendo con muchas dudas ante una pregunta que era muy válida. Ochako y Yui se pusieron a pensar sobre lo sucedido. Pasaron algunos minutos y ambas decidieron romper el silencio.
— En caso que Izu-kun decida por una de nosotras... -dijo Yui-.
— Nada cambiará entre los tres... -dijo Ochako-.
— Nosotras vamos a estar siempre con nuestro héroe. -expresaron ambas a la vez-.
— Awwwwwwwwww. -dijeron todas las presentes-.
— Así que les agradecemos su buena voluntad, pero creemos que lo mejor será que él tome su decisión. -declaró Yui-.
— Nosotras nos comprometemos a no presionar nada con él, que surja de forma natural. Él sabrá qué hacer. -concluyó Ochako con una sonrisa tranquilizadora-.
Todas estaban alegres y más tranquilas. Se acercaron para ofrecerles su apoyo, cariño y comprensión a ambas. Sin embargo, esa paz que estaba por ser interrumpida por un grito que hizo helar la sangre de las chicas de la clase A.
— LOS MUROS SE HICIERON PARA ESCALARSE, PLUS ULTRA. -se escuchó una voz desagradablemente conocida-.
— ¡¡¡¡¡KOTA-KUN!!!!! -gritaron todas al mismo tiempo para hacer que el niño se posicionara en la cima del muro-.
Luego de pocos segundos vieron el rostro de Mineta que estaba babeando de la lujuria. Kota se puso frente al enano pelimorado. Con una cara molesta vio al pervertido y levantó la mano.
— Eres una enfermedad para ellas, y yo la cura. Aprende a ser humano primero. -le dio un manotazo en la mano levantada que Mineta aún tenía-.
Tras ese movimiento, el héroe uva empezó a caer al agua del lado masculino de las aguas termales.
Luego de ese acto, las chicas le agradecieron a Kota con una sonrisa y muchos gritos de gratitud. El niño se le salió una pequeña gota de sangre de su nariz y solo se tapó los ojos miró al cielo mientras les daba la espalda a ellas.
— Esto nunca pasó, mejor veo al cielo. -se repetía a sí mismo mientras seguía montando guardia para tratar de olvidar la tentación de las chicas-.
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Nuestro Héroe, tomo I (Izuku x Ochako x Yui)
Ficção GeralEl noveno portador del One For All vivirá distintas aventuras que irán marcando su camino de héroe, pero tendrá dos heroínas que irán formando sentimientos hacia él. La depresión será un tema fuerte en su momento, pero ellas lo salvarán del abismo p...