El noveno portador del One For All vivirá distintas aventuras que irán marcando su camino de héroe, pero tendrá dos heroínas que irán formando sentimientos hacia él. La depresión será un tema fuerte en su momento, pero ellas lo salvarán del abismo p...
Kai Chisaki (Overhaul) se había fusionado con su asistente Chronostasis. El yakuza mayor disparó una bala antiquirk que recibió Lemillion al proteger a Deku, Eri y Mount Lady. Cuando iba a disparar otra vez, Rule lo impidió al lanzarle un objeto agigantado.
— Maldita, pagarás con tu sangre. -advirtió Overhaul para ver a un nomu que solo recibió una señal con el dedo señalando a Yui-.
Así fue como una nueva pelea siguió. Rule, Uravity y Ryukyu contra el nomu que estuvo peleando antes con Mirio. Uno de los tres restantes quedó inutilizable al recibir una de las balas.
— Lemillion, ¿cómo te sientes? -preguntó Deku mientras ayudaba a levantar al Tin Tin mamado-.
— Pues, todavía puedo levantarme pero ya no...
Deku temía que le confirmaran su temor, pero fue inevitable sentir cómo algo se derrumbaba.
— Ya no puedo pelear con mi don. -Mirio estaba molesto en ese momento, pero sabía que eso debía asumirlo rápidamente y seguir-.
— Yo... lo lamento demasiado. En ver... -Izuku fue interrumpido por un dedo-.
— Tener mi don no me define, mientras tenga fuerza en mí, puedo seguir peleando. El quirk no es todo, solo una herramienta de mi cuerpo. Que no se te olvide, héroe Deku que tu don no te quita el derecho a ser un héroe. -Mirio finalmente empezó a correr hacia la pelea con Overhaul-.
Esas palabras, en su momento, habían tocado unas fibras muy sensibles en el interior de Izuku, en otro momento habría deseado escuchar esas palabras de la persona más importante de su infancia. Pero no era tiempo para pensar en eso, tenía que pelear.
— Chisaki, si quisiste matarme me temo decirte que no funcionó. -anunció mientras adoptaba pose para luchar-.
— Ahora, héroes. Es tiempo de que mueran. Récenle a su dios, que pronto estarán con él. -advirtió para posicionarse y crear puas gigantes de concreto-.
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Las puas avanzaron rápidamente hacia el peliverde y compañía. Deku levantó a la niña para evitar que recibiera el daño. Los segundos se hacían eternos, el peliverde cerró los ojos esperando lo peor. Por dentro sentía que sería un sacrificio honorable, pero el miedo y las dudas seguían desde hace tiempo.
Pero todo se despejó al notar que el golpe final nunca llegó. Esto lo desconcertó totalmente, pero una voz conocida lo hizo abrir los ojos completamente.
— Mierda, ¿por qué no puedo? -ladró Chisaki mientras tocaba el suelo con la mano una y otra vez-.
— Parece que todavía no puedes dejar de autosacrificarte, ¿verdad? -espetó un azabache que estaba con sus lentes puestos y su don activo-.
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