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Lelvana

Desperté al sentir que jalaban de mi cabellera, entre en razón cuando fui a parar al duro y frio suelo de mi cuarto - si es que le podemos decir así a una posible pocilga - mire al responsable de esto, aun que ya me hacia una idea.

- ¡LEVANTATE ESTUPIDA! El mocoso de tu hermano esta que me harta, ¡NO SE CALLA! Más te vale ir a callarlo, ¡por que soy capaz de aventarlo por la ventana si sigue así! - dijo Miriam sin cordura.

De fondo, puedo llegar a captar el llanto desesperado de mi pequeño hermano.

- Tal vez, si lo alimentaras y le pusieras atención, dejaría de llorar - le digo parándome del suelo con recelo.

En un segundo vuelvo a caer al suelo, por un golpe en mi mejilla, que seguramente dejara una hermosa marca.

- ¡A MI NO ME VAS A VENIR HABLANDO ASI PERRA SARNOZA! ¡ES MEJOR QUE ENTIENDAS TU LUGAR EN ESTA CASA! - hablo al borde del desespero.

Deje morir un gruñido en mi garganta por parte de Yifei, mi loba.

~ Deberías arrancarle la cabeza de una vez por todas! ~ rugue

~ Sabes que no soy capaz de lastimar a mi madre, solo esta encerrada en una burbuja oscura por el dolor del rechazo, espero que algún día recapacite~ digo con melancolía.

~ Suerte con eso ~ habla con recelo.

Cierra link.

En cuanto Miriam salió del cuarto, me pare con una mejilla roja, hacia donde se encuentra mi hermano.

Lo veo en una esquina de su cama hecho ovillo.

- shh..! Ya esta peque, ya llegue... - Lo cargue en brazos.

- m-me.. due-le.. mi pan-pancita.. - me dice con unas mejillas sonrojadas, ojos levemente rojos por el reciente llanto y un puchero en cara - ¿Po-por que.. ti-enes tu.. me-jilla roja? - dice elevando su llanto.

Siento una punzada de dolor en mi pecho, no quiero que mi peque vea los maltratos de mi madre, el no tiene nada que ver en esto, aquí todo es mi culpa.

- ¿Tienes hambre peque? - digo evadiendo su pregunta, el asiente con un movimiento de cabeza - Si dejas de llorar y me das una hermosa sonrisa, te doy de comer, ¿si?

- s-si - habla con dificultad.

- mm... ese "s-si" no me convenció Jordi - le digo con delicadeza.

- Si! - habla con emoción.

- Así me gusta campeón! ven que te preparo tus waffles preferidos - me tranquilizo.

Media hora después Jordán tiene los cachetes llenos de comida, parece una tierna ardilla.. aveces me duele saber que Jordi no tiene el amor de una madre, Yifei siempre me dice que no es mi culpa.. pero me cuesta pensar así.

La tarde se me paso en hacer una comida para Jordi. Mi progenitora no dio señales de vida en toda la tarde (cosa que agradezco)

Si hablamos de la relación que tengo con Jordán, podría decir que lo veo como un hijo, tanto yo, como Yifei lo vemos así, desde que papá abandono esta casa, mamá dejo de cuidarnos y yo tuve que cuidar de mi hermanito, fue algo que me costo demasiado, ya que no sabia cocinar, ni cambiar pañales, cuando Jordán lloraba no sabia que hacer, tenia dolor de espalda todos los días, ya que me la pasaba cargando de el, en cierto punto Yifei me ayudaba, ya que soltaba feromonas tranquilizadoras para poder conllevar las situaciones que se me presentaban.

CORAZA BLANCA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora