Secretos de amor ✔

Parte 4

Lo tomo y lo llevo a la oficina del padre de Gulf, era bien sabido que esta era la parte más fortificada de la casa, ya que era un refugio en caso de ataques; rápidamente tomó su celular, reviso sus mensajes y vio uno de Mew, "te extraño, ya quiero que vuelvas"; la rabia y el despecho llenaba su mente, y empezó a escribir intentando imitar la forma de hablar de Gulf, "yo también te extraño; no viaje pero necesito que me ayudes a llevar mis cosas", a lo que Mew respondió rápidamente " iré por ti a penas anochezca". Sam quería acabar completamente con Mew; solo faltaban un par de horas para el anochecer, tomo las llaves, encerró a Gulf y se fue a preparar todo para su emboscada, pasaron las horas y Gulf finalmente despertó, se encontraba algo mareado pero necesitaba salir de la habitación, intento abrir las puertas y ventanas sin resultado alguno, comenzó a gritar – Sam abre la maldita puerta – grito por mucho rato hasta que recibió una respuesta – no creas que te voy a abrir para que vayas con ese imbécil – Gulf trato de calmarse – por favor Sam abre, no me puedes hacer esto – Sam odiaba hacer sentir mal a Gulf, pero creía que no había otra forma de hacerlo entrar en razón, en su mente el solo estaba protegiendo a la persona que amaba, – no creas que te voy a dejar salir solo porque me lo pides – Gulf estaba perdiendo la cabeza, tiro todo lo que pudo para poder romper el vidrio reforzado pero fue inútil.

La noche ya había llegado y con ella Mew; desde la ventana de la oficina Gulf vio a Mew y a Sam acercarse por detrás, a pesar de que golpeaba el vidrio y gritaba como loco el vampiro no lo escuchaba; cuando Mew sintió que alguien se acercaba volteo y rápidamente Sam lo electrocuto dejándolo casi inconsciente – ¡maldito!, ¿qué haces aquí? – a lo que el cazador con una risa burlona le contesto – ¿qué crees que estoy haciendo? ¡Te advertí que te alejaras!, pero que hiciste, lo condenaste a estar a tu lado – Mew con la fuerza que le quedaba se puso de pie, – ¡dime dónde está! ¿Qué le hiciste? – Sam apunto hacia el segundo piso – ahí está observando todo lo que sucede –, podía ver como Gulf golpeaba y gritaba pero no lograba escuchar nada, – ¿Por qué no entras y lo rescatas?, adelante – los ojos del vampiro tomaban un tono rojizo, el odio y la desesperación lo dominaba, pero no podía entrar, y Sam se burlaba por eso, – hiciste esa estúpida promesa con él, pero nunca te dio el permiso para entrar a su casa, que triste; te dejaría pasar... pero no es mía; es una pena que los vampiros no puedan entrar a casas ajenas –, Mew lo agarro de su ropa pero estaba muy débil – si bebieras sangre humana podrías derrotarme, pero eres débil, tienes miedo de lastimar a alguien, ¿por eso buscaste a Gulf? ¿Para que fuera tu fuente de alimento hasta matarlo? –Tiro al vampiro al suelo – ¡llévenselo ya! –, mientras dos hombres se lo llevaban los detuvo, – sabes, justo mañana en la mañana hay un eclipse, ¡qué suerte la tuya! ¡Serás polvo!; la agonía de esperar tu inevitable muerte, es lo que te ganas por acercarte a Gulf –, los hombre se lo llevaban a rastra, mientras Gulf desesperado seguía intentando romper el vidrio.

Sam subió para hablar con el joven pero este solo quería que lo liberara, – ¡no te dejare salir hasta que ese maldito muera! –. Gulf ya no podía con su desesperación, entre lágrimas le rogaba al cazador que no le hiciera daño, hasta le prometió no volver a verlo si lo dejaba vivir, pero Sam no lo escuchaba; durante la noche Gulf gritaba sin importarle el intenso dolor de garganta que sentía y tampoco le importaba que su voz se fuera desvaneciendo, golpeo la puerta hasta que cayo dormido por el intenso cansancio, mientras que Mew era cruelmente torturado en otro lugar no muy lejano a la casa de Gulf.

La hora del eclipse se acercaba y Mew fue amarrado en el mismo lugar en donde murió Alex – ya casi es hora, es mejor que me valla, no quiero convertirme en polvo contigo – dijo mientras reía y agitaba su mano, – ¡que tengas una linda muerte! –. Cuando vio que Sam se había ido volvió a su forma de vampiro para poder curar sus heridas un poco más rápido; para su suerte Sam confiaba mucho en la tecnología y lo había amarrado con una cuerda anti vampiros, si algo habían aprendido él y Mild de la muerte de Alex era que siempre debían tener un poco de medicina para convertirse en humanos, en su caso de forma subcutánea; solo debía golpear su brazo en el lugar preciso para romperla y volverse humano por unas horas, tiempo suficiente para buscar la ayuda de Mild he ir por Gulf. En ese momento Mew pensaba que si era necesario beber sangre humana o de animal lo haría, incluso no le importaba tener que manchar sus manos con la sangre de Sam, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal que Gulf estuviera a salvo.