CAPÍTULO 1

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Sus pesadillas iban disminuyendo poco a poco, ya no eran tan crueles, o que le recordaran las muertes que aún sentía que había provocado. Esta vez eran... extrañas. Dos siluetas oscuras le hablaban, sus voces, aunque distorsionadas, siempre daban palabras de cariño hacia él, pero seguía sin reconocerlos.

Al principio pensó que eran su tío Jiang y Madame Yu, pero bueno, la dama nunca fue dulce con él así que quedaron descartados. Llego a pensar incluso que eran su shijie y el pavo real, pero volvíamos a lo mismo que con la pareja anterior, el pavo nunca le hablaría dulcemente... de solo pensarlo sintió un escalofrió.

Entonces una noche se dio el reconocimiento, una de las voces, le decía que siempre fuera amable con las personas, aún y cuando él no fuera tratado bien, por supuesto, por eso no había una imagen de esas personas... eran sus padres.

El único recuerdo que tenía de sus padres era esa frase de su madre.

Desde ese momento se preguntaba a diario como eran ellos, y comenzó a pensar que sería lindo tener al menos la oportunidad de verlos para mínimo pintarlos y así recordarlos de ese modo.

Entonces lo pensó, diseñaría una matriz para llamarlos y poder verlos. Con una sola vez se conformaba, solo necesitaba eso para memorizar sus rostros y plasmarlos en papel. Bendecía las pocas habilidades que tenía Mo Xuanyu, entre ellas la pintura... tal y como él llego a poseerla él en su primera vida.

Como - a pesar de llevar tres años de casado con su Lan Zhan - aún no era aceptado por todos en los recesos decidió trabajar en la matriz en la cabaña de Wen Ning que se encontraba a las afueras de Caiyi. Sabía que no le traería problemas con su esposo pues ya era de su conocimiento su gusto por trabajar en ese lugar.

Le tomo un poco más de tiempo de lo esperado diseñarla, esta matriz fue más complicada pues el llamado no sería solo a las almas completas, sino a pequeños fragmentos o incluso si están esperando la reencarnación.

Todo esto le tomo un mes y medio, pero quedo complacido con los resultados.

Envío un halcón mensajero a Yunmeng, quería que su hermano lo ayudara, no porque no confiara en su esposo o porque no quisiera incluirlo, era más que nada porque sentía que a Jiang Cheng le gustaría comunicarse con sus padres, se lo debía.

Por lo que, una vez terminado y agradeciendo a su gran amigo por su ayuda – alimentarlo diario – se marchó al jingshi para preparar su viaje que sería en dos días.

Se levantó muy temprano el día de su partida, ya se encontraba bañado gracias a su esposo, ya había corrido al baño a vomitar como lo había estado haciendo desde hace unos días y estaba listo para partir.

Se despidió de su esposo quien muy a fuerzas lo soltó para dejarlo ir a su aventura. Como condición de dejarlo ir sin él Wangji le había pedido al menos decirle a donde iría. Wei Ying solo esperaba que no lo fuera a seguir en algún momento de su ausencia. Aunque sus obligaciones como Cultivador en jefe lo tenían prácticamente encerrado en su oficina.

Y así partió a Yiling, ya que este fue el último lugar donde estuvo con su familia. Llegaría él días antes de reunirse con su hermano pues quería probar primero si funcionaba para no decepcionar a nadie.

En su camino se tuvo que detener para comer, descansar un poco y vomitar. Sospechaba lo que le sucedía y por eso mismo no le había contado a su esposo nada, estaba seguro de que no lo dejaría partir de saber su estado.

Con esto último en mente anoto dos cosas:

1. Ir con un sanador para comprobar su sospecha...

2. Crear un talismán que protegería a su bebe cuando estuviera trabajando en la matriz.

¿QUÉ HEMOS HECHO? 《FINALIZADA》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora