❪ 𝘧𝘢𝘶𝘭𝘵𝘺 𝘣𝘪𝘵𝘤𝘩 . . . 🦋 ❫
when I'm alone, no one hears me cry !
،، your body is imperfectly perfect, everyone wants what the other one's working.
── written by d-dixonsgirl
oc fem. א remus...
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AQUELLA RUBIA DE FIGURA esbelta se removió incómoda en el asiento que ocupaban frente a su grupo de amigos en el Gran Comedor. Todos hablaban, sumidos en diferentes conversaciones. Algunos discutían sobre una nueva película y otros se emocionaban por las nuevas canciones de sus artistas favoritos. Madelynne Clemence sólo fingía prestar atención a lo que sus amigos hacían.
Ares y Newton peleaban ligeramente con el puré de patatas, mientras Cristel los miraba enfadada, producto de un pegote de crema que había acabado sobre su blusa. Newton se burló de ella y Ares procedió a tenderle una servilleta, tratando de ocultar su risa con una disimulada tos. La bailarina los observó, con una leve sonrisa, apenas existente.
A pesar de todo, aquella amistad la hacia sentir bien. Se podía decir que ella no era una persona de muchos amigos, pues lloraba de felicidad si llegaba a los cinco. Pero esos tres chicos se había clavado como estacas en el corazón de la chica. Y no sabía si eso era bueno o no. Desde el primer momento en el que ellos se cruzaron, un invisible lazo los unió a todos.
Volvió a removerse incómoda, sintiendo una mirada fija en su espalda. Miró a ambos lados de su mesa, tratando de captar quien la miraba así. Pero no vio a nadie. Cada quien estaba sumergido en sus conversaciones. Riendo y hablando mientras que comían. Se giró hacia la mesa de los Gryffindor y se encontró al chico de la fiesta observarla fijamente. Llevaba puesto el usual uniforme, pero la camiseta estaba por fuera de los pantalones del chico y las mangas estaban subidas hasta sus codos. Su pelo estaba revuelto y las cicatrices de su cara y brazos se apreciaban bastante a la distancia. Madelynne se preguntó cómo se las había hecho.
El Gryffindor sonrió en su dirección y la Clemence correspondió a su gesto. Madelynne volvió la vista hacia su mesa, aún con curiosidad por saber de aquel chico. Sus ojos gritaban misterio pero también miedo y ansiedad. Madelynne llevaba años viviendo entre las sombras. Tanto que había aprendido a leer a las personas mucho mejor que los mismísimos psicólogos. Ella te miraba y parecía desnudarte. Solía percatarse de cosas en las que la gente no solía reparar. Y se había dado cuanta de que Remus Lupin se parecía a ella. No sabía en que, pero lo hacía. Sus ojos no estaban apagados, pero estaban a punto de estarlo. Madelynne sabía lo que era sufrir sola y, por alguna razón, no quería quería aquel Gryffindor cayera en un pozo sin fondo.
